lunes, 31 de marzo de 2008

Contratados en la Administración Pública ¿Qué pasa con ellos?

Por: Rafael Febles
Fuente: Aporrea.org

El sistema de contrataciones de personal en la Administración Pública de acuerdo a la legislación vigente, Estatuto de la Función Pública, entre otros instrumentos legales, no permite el ingreso de personal a nómina fija si antes no se realiza el concurso respectivo, eso me parece muy bien, que cada cargo sea sometido a este régimen para evitar lo que ocurría en el pasado de ingresos a cargos fijos a quien no reunía las condiciones para ello. Esto no incluye a los ingresos en los denominados cargos 99, que son personal de confianza, hasta acá todo está en orden. Si en un cargo en particular, digamos un analista de presupuesto, como ejemplo, ostenta un cargo fijo y existe un cargo vacante de la misma denominación, y es ocupado por personal contratado, este no goza de los mismos privilegios en muchos organismos de la administración pública centralizada, autonómos y en especial en alcaldías, inclusive no percibe el mismo salario, ni goza de cesta ticket en cuanto al mismo monto del personal fijo. A lo anterior agregamos, que los pagos no se realizan en muchos casos de manera continúa, sobremanera a principios de año, igualmente no gozan de beneficios contractuales propios de la actividad que ejercen, amén que las liquidaciones se hacen anualmente, lo que no permite un acumulado significativo para la fecha del retiro. Nuestra interrogante gira alrededor del porque de esta situación de discriminación que coloca a los ciudadanos en la categoría de segundos, la Ley del Trabajo es muy clara al respecto, a igual trabajo igual salario y remuneraciones, lo que además en un gobierno revolucionario de claro corte popular y laborista esto no se justifica. Por otra parte, ha quedado demostrado que los que están realizando el trabajo duro, son precisamente los contratados de la administración pública, por aquello, que los fijos están seguros y no pueden ser despedidos, salvo que la violación sea demasiada flagrante, es si se quiere un circulo vicioso, alimentado por la poca esperanza de realización de los concursos respectivos luego de tener más de un año de actividades. Con respecto a los concursos son pocas las instituciones que han dispuesto este proceso, lo que ha de considerarse como garantía de estabilidad, que los mismos sean realizados de acuerdo a la normativa actual, pero porqué no se realizan, que hay detrás de todo esto, es que acaso, no es una manera de atornillar en el mejor sentido de la palabra a los que reúnan los requisitos académicos y experiencia. Veamos otro aspecto del asunto considerado y que tiene que ver con la realidad política que vivimos hoy día en Venezuela, la gran mayoría de cargos fijos son ostentados desde la cuarta república por gente de los partidos que otrora dominaban el escenario laboral, muchos han sido jubilados y dichos cargos son eliminados o sencillamente pasan a ser vacantes, para ser ocupados de nuevo deben abrirse los respectivos concursos, lo que hoy es el motivo de preocupación e incertidumbre de los miles de contratados en la administración pública. Desde el punto de vista partidario, sin caer en sectarismos exclusivistas, es una oportunidad para resarcir, por supuesto bajo los requerimientos exigidos, a quienes han dado algo o mucho por la revolución bolivariana, creemos que es un acto de justicia y valoración de quienes en realidad quieren contribuir a mejorar la prestación de servicios a la ciudadanía, hay viejos vicios difíciles de erradicar y suprimir en funcionarios de vieja data, no se trata de señalar a los corruptos per se, sino a los que por desidia, flojera y poca relevancia en cuanto su papel, pululan hoy en la administración pública, desde los malos tratos hasta los reposeros de siempre. En fin de cuentas, la situación de los contratados en los distintos niveles de la administración pública, es una espada de Damocles que puede cobrar y bien caro el apoyo a la revolución, no porque se sientan de derecha u oposicionistas, por el contrario, sería una manera de protestar contra la desidia y adolecimiento de decisiones de manera puntual aupados por funcionarios altos y medios que no han medido las verdaderas repercusiones que esta situación ha generado, la revolución debe proteger a sus hijos del desempleo, la inseguridad laboral y el desgaste que origina una situación como esta.

jueves, 27 de marzo de 2008

Cronica de los Hechos de Moscu en Octubre de 1993

A. Kramer (2003)
Fuente: El Militante
Hace diez años durante los días 3 y 4 de octubre la “Casa Blanca” de Moscú (nombre con el que es conocido el edificio del parlamento ruso) fue bombardeado y cientos de personas fueron asesinadas. Esta era la guerra civil entre el presidente Yeltsin y el parlamento (el soviet supremo de la federación rusa). Hoy en día las autoridades rusas prefieren no recordar aquellos acontecimientos, no sólo por la naturaleza sangrienta de lo sucedido, sino porque lo que ocurrió en 1993 cuestiona la legitimidad del actual sistema político en Rusia. Los medios de comunicación occidentales también se comportan del mismo modo. Prefieren olvidarse de ello, o por lo menos no destacarlo, porque los acontecimientos de octubre de 1993 en Moscú no encajan bien en la mitología acerca de “las reformas pacíficas y democráticas en Europa oriental”. Lo irónico de la situación es que incluso alguno de los “héroes” que defendieron el parlamento aquellos días prefieren no ser recordados por el papel que jugaron, porque eso podría poner en peligro su carrera personal en el actual sistema burocrático ruso.
Sólo los marxistas pueden explicar y analizar lo que ocurrió en aquellos días sin sentirse avergonzados, y eso es lo que voy a intentar hacer. No pretendo describir la naturaleza de la confrontación entre el parlamento y el presidente Yeltsin. Esto ya lo hizo Ted Grant en su brillante trabajo, Rusia: de la revolución a la contrarrevolución. Aquí lo que trataré de mostrar es el papel jugado por las masas en aquellos dramáticos días.
El camino a octubre.
El conflicto entre Yeltsin y el parlamento fue un conflicto entre dos alas de la burocracia rusa que se manifestó durante los acontecimientos de agosto de 1991. Los dos principales líderes del parlamento el portavoz Ruslan Khasbulatov y el vicepresidente Alexander Rutskoy inicialmente se habían posicionado detrás de Yeltsin a las afueras del Parlamento (la Casa Blanca). Pero cuando llegaron al poder los antiguos “aliados” se encontraron en campos opuestos. La caótica y aventurera privatización, junto al resto de “reformas” pro-capitalistas habían logrado en pocos meses demoler la economía rusa. A lo largo de 1992 se desarrollo una creciente oposición a la política de Yeltsin por parte de aquellos burócratas que estaban preocupados por la situación de la industria rusa, así como por aquellos dirigentes regionales que querían mayor independencia de Moscú. Los dirigentes de las repúblicas ricas en petróleo como Tatarstan o Bashkiria incluso reclamaban la plena independencia de Moscú. Muchas de estas demandas encontraron representantes en el propio parlamento.
Sin embargo, los problemas a los que se enfrentaba la burocracia no eran nada comparados con los sufrimientos de la gente normal de Rusia. La abolición de los precios fijos provocó en algunas zonas a una inflación del 300-350%. De un solo golpe, la población perdió también todos sus depósitos bancarios. Para muchos pensionistas fue la peor catástrofe de sus vida. La producción industrial agosto de 1993 había caído un 41,3% con respecto a enero de 1990. Fue la mayor depresión en tiempos de paz de una economía nacional y las “reformas” capitalistas eran las responsables. Decenas de miles de trabajadores de las provincias perdieron sus empleos. Muchos estaban hambrientos y apenas sobrevivían. Como dijo un joven reformista ruso, las “reformas” capitalistas simplemente han “creado propietarios”.
Las masas rusas estaban confusas y desorganizadas. Sin embargo, algunas de ellas trataron de contraatacar. En diferentes regiones estallaron huelgas esporádicas, pero las masas no tenían un programa claro con objetivos políticos y económicos. Simplemente protestaban contra las nuevas y terribles condiciones de vida. El viejo sistema de sindicatos soviéticos colapsó al mismo tiempo que los dirigentes sindicales buscaban la manera de colaborar con el régimen.
En agosto de 1991 Yeltsin prohibió el viejo PCUS sin ningún tipo de resistencia. La clase trabajadora no tenía ningún representante en el nuevo parlamento. Pero nosotros sabemos que si se bloquea a la clase trabajadora en el frente parlamentario, ésta buscará otras formas de lucha. El período de 1992-1993 fue el del surgimiento de nuevos partidos. Éstos defendían el regreso a los gloriosos días del “Gran Líder Stalin” y la restauración de la Unión Soviética con las fronteras anteriores a 1991. Este tipo de pensamiento les llevo a una estrecha alianza con los grupos nacionalistas. Estos grupos habían apoyado inicialmente a Yeltsin como el “salvador” de Rusia del “comunismo judaico”, pero más tarde se enfadaron con él. Tampoco tenían un programa económico para la clase trabajadora más allá de la vuelta a los “buenos viejos tiempos soviéticos”. Para mucha gente que vivía la pesadilla capitalista de 1992-1993 esto era más que suficiente. La alianza de los “comunistas” con los nacionalistas y antisemitas alejo a muchos buenos jóvenes, trabajadores e intelectuales. Sin embargo, ante la falta de alternativas muchos trabajadores se afiliaban a estos partidos. El más fuerte de estos partidos era “Trudovaia Rossia” (“Rusia Obrera”). Esta organización, liderada por el periodista Victor Anpilov, se convirtió en un partido de masas con miles de militantes. Los años 1992 y 1993 fueron testigo de grandes manifestaciones y acciones de protesta en Moscú. Especialmente sangrienta fue la celebración del 1º de Mayo de 1993 en el que la policía se enfrentó a cien mil manifestantes. Ese día un policía murió y tres manifestantes fueron asesinados. Esto sólo sería el ensayo general de lo que estaba por venir.
El comienzo del contraataque.
El 21 de septiembre de 1993 Yeltsin decidió poner fin a su viejo conflicto con sus oponentes en el parlamento. Disolvió el soviet supremo y asumió todo el poder, gobernando por decreto. Este fue el decreto presidencial número 1.400. Formalmente, de acuerdo con la constitución rusa de entonces, esto era absolutamente ilegal. De acuerdo con la constitución, con la disolución del parlamento Yeltsin debería haber abandonado su puesto y convocado nuevas elecciones en tres meses. Era un primer paso para establecer un régimen bonapartista en Rusia. El tribunal constitucional ruso declaró que las acciones de Yeltsin eran absolutamente ilegales. Ese mismo día los primeros voluntarios llegaron a la Casa Blanca y construyeron barricadas simbólicas. Algunos llegaron para “defender la constitución”. Otros manifestaban no su apoyo al parlamento, sino su oposición al régimen de Yeltsin. La mayor parte de los trabajadores rusos ignoraban estos hechos. No tenían interés en defender un parlamento que hace mucho habia dejado de mostrarse interesado en las necesidades de los obreros. Victor Anpilov escribió en sus memorias: “Ante nuestro llamamiento a la huelga y la defensa del Soviet Supremo, la ZIL (una empresa automovilística de Moscú) respondió airada: ¿Yeltsin, Gaidar, Rutzkoy, Khasbulatov? ¿Cual es la diferencia? ¿Están luchando por el poder y debemos derramar nuestra sangre por ellos?”
El 23 de septiembre la Casa Blanca fue rodeada por cordones policiales. Se cortó el suministro de agua y electricidad. El objetivo de estas medidas era expulsar del edificio a los parlamentarios y sus seguidores. Por iniciativa del presidente Rutzkoy se llamó a defender la Casa Blanca a miembros de la Unidad Nacional Rusa (UNR) ¡los nazis rusos! Este fue un regalo para el aparato de propaganda gubernamental que lo utilizó para presentar a todos aquellos que estaban participando en la defensa del parlamento como parte de una conspiración comunista-fascista. Un simpatizante comunista escribió sobre esto en sus memorias:
“Con relación a la gente de Barkashov (UNR), todos los mirábamos desesperanzados. Quizás sean las unidades con mayor experiencia y mejor entrenamiento después de los Cosacos. Pero son fascistas. ¿Quién entre nosotros habría pensado que estaríamos junto a ellos? Pero están aquí; y eso hace posible que se diga que todos somos fascistas. ¿Quizás estén aquí especialmente para eso?”
El 3 de octubre alrededor de la Casa Blanca había en torno a 200 fascistas junto a otros pocos nacionalistas, pero se quedaron abrumados con la presencia de 300.000 manifestantes. Entonces, militantes de las juventudes comunistas, grupos anarquistas, organizaciones de izquierdas y marxistas convergieron en el edificio del parlamento. Se enfrentaron a los fascistas y distribuyeron panfletos. Los anarquistas y algunos otros grupos organizaron el “Batallón Médico Victor Serge” para cuidar de los heridos.
El ambiente general cambio a favor de los defensores del parlamento. Las masas no tenían ninguna ilusión en la democracia parlamentaria, pero les gustaba mucho menos la perspectiva de la dictadura de Yeltsin. El 28 de septiembre se dieron los primeros enfrentamientos violentos entre la policía especial (OMON) y diez mil manifestantes que querían ir en ayuda de los defensores del parlamento. La violencia policial enfureció a la opinión pública. Este se convirtió en un factor importante durante los siguientes días. El gobierno ordenó que se reforzase Moscú con destacamentos policiales de las provincias. A estas fuerzas de la OMON se les dio la orden de “dar una buena lección a esos presuntuosos moscovitas”. Atacaron con gran brutalidad a la gente en todas partes, algunas de sus víctimas no tenían nada que ver con el parlamento y la resistencia. Se dieron casos de jubilados apaleados hasta la muerte. Esta represión contra el pueblo de Moscú era la misma que utilizó la policía francesa contra los estudiantes en 1968, y tuvo los mismos efectos. Impulsó la acción de masas. El 30 de septiembre se construyeron las primeras barricadas.
¿Y qué estaban haciendo algunos “líderes” del parlamento? Estaban buscando un compromiso con el gobierno y hasta el último momento esperaban llegar a un acuerdo. Las negociaciones con el Patriarca Ortodoxo Ruso como mediador continuaron hasta el 2 de octubre. Para entonces, docenas de personas habían muerto y cientos habían resultado heridas.
La Rebelión
El 2 de octubre en la plaza de Smolensk unidades especiales de policía abrieron fuego contra una manifestación pacífica. Ese día cerca de 80 personas murieron o resultaron heridas. Pero el día siguiente, el 3 de octubre, fue un día de venganza. Más de 50.000 personas se congregaron en Gorki Park a las dos de la tarde para apoyar a los defensores del parlamento. Había muchos nacionalistas, pero la mayoría eran trabajadores, jóvenes y pensionistas gritando consignas comunistas y de izquierdas. Para daros una idea del tipo de personas presentes aquí hay un breve dialogo retransmitido desde la manifestación:
Periodista: ¡Hola! Soy de ITAR-TASS (Agencia de noticias rusa).
Manifestantes: ¡Vale! Pero debes decir la verdad acerca de lo que esta pasando aquí.
Periodista: ¡Ese es mi trabajo! ¿Quiénes sois? ¡Dicen que aquí solo hay lúmpenes!
[Risas Generalizadas]
Manifestantes: Yo soy ingeniero. Y yo, estudiante. Yo Trabajador. Yo soy un técnico. Yo estudiante. Yo soy ingeniero. Yo soy científico. Yo trabajador. ¡Sí… sólo lúmpenes y si techo!
Víctor Anpilov escribió en sus memorias que las consignas eran: “¡Constitución, Yeltsin a la cárcel, Rutzkoy Presidente, Unión Soviética, Lenin, Patria, Socialismo!”. Había alguna bandera nacionalista pero fundamentalmente había banderas rojas.
La población conocía la masacre cometida el día anterior y estaba furiosa. Decidió espontáneamente trasladarse hacia el soviet supremo. En el puente de Krimsky los cordones de la policía y el ejército estaban esperando a los manifestantes, pero no estaban preparados para un movimiento tan masivo, y las líneas de la policía fueron aplastadas. Algunos policías trataron de huir arrojando por el camino sus escudos y cascos e incluso abandonando sus vehículos. Otros pidieron clemencia y algunos incluso se unieron a la multitud. Es importante recordar que las masas trataron a sus enemigos con humanidad.
Los manifestantes continuaron su marcha hacia el parlamento pero entonces algunos seguidores de Yeltsin abrieron fuego desde el cercano ayuntamiento de Moscú. Inmediatamente después del ataque, los manifestantes asaltaron el ayuntamiento arrestaron a los policías y tiradores e incautaron sus armas y equipos. La bandera de Yeltsin, la bandera del ejército blanco y los colaboracionistas nazis, fue arrancada y reemplazada por la bandera roja. En pocos minutos la columna había llegado a la Casa Blanca y fue recibida por los defensores del parlamento.
Este fue un momento crucial. Yeltsin y sus seguidores estaban totalmente desmoralizados. El ejército vacilaba. Algunas pequeñas unidades llegaron al parlamento y se unieron a los defensores. Muchos dirigentes locales también declararon su apoyo al parlamento. El primer ministro de Yeltsin, Igor Gaidar, un hombre odiado por la mayoría de los rusos por sus “reformas”, llamo a los “defensores de la democracia” a defender en las calles a su presidente. Pero la burguesía moscovita no tenía suficiente coraje para enfrentarse a la insurrección de las masas. Solo unos pocos cientos de personas de las clases medias y de la “juventud dorada” aparecieron por la Tverskaia “para defender al presidente y la democracia”.
El problema estaba en la dirección. El sueño de los dirigentes parlamentarios Rutzkoy y Khasbulatov no era una revolución política. Querían el poder para ellos mismos o al menos un buen acuerdo con Yeltsin. Se opusieron tajantemente a armar a las masas, incluso cuando en la Casa Blanca había unos 5000 rifles AK.
Los estalinistas, incluso los más militantes, no estaban preparados para liderar el movimiento de masas, por eso se presentaron como los “defensores de la Unión Soviética”, pensando que sería suficiente con remplazar al malvado Yeltsin por el bondadoso Rutzkoy, y así se podría reestablecer la vieja URSS inmediatamente. No había una dirección revolucionaria. Las masas actuaron espontáneamente y esto era suficiente para que el movimiento empezase a caminar, pero no era suficiente para alcanzar la victoria final. Los líderes eran empujados por las masas y se sentían envalentonados por ellas, pero esos mismos líderes no tenían ni idea de como llevar a las masas a la victoria. Al final, la postura del ejército se volvió crucial. Muchos oficiales y soldados ordinarios no sentían ninguna simpatía por Yeltsin, pero los defensores del parlamento no enviaron a ningún agitador a los barracones, reduciendo su agitación a los militares que ya les eran próximos. Rutzkoy, antiguo general, apeló a sus ex compañeros. Pero muchos de los generales estaban profundamente ligados a la corrupción del régimen de Yeltsin y no querían ningún cambio. Le prometieron ayuda al soviet supremo, pero en el último momento se cambiaron al bando de Yeltsin. También estaba el papel que jugó la policía especial y los cuerpos especiales del ministerio del interior asesinos a sueldo que aunque no eran rival para el ejército estaban preparados para disparar a gente inocente con gran placer.
La noche del 3 de octubre, usando vehículos capturados y autobuses, la gente se trasladó al centro de televisión de Ostankino. Fueron allí no con la intención de tomar el edificio, sino simplemente para pedir a las autoridades televisivas que les dieran la oportunidad de expresar sus opiniones. El edificio estaba protegido por una unidad especial de policía, la “Vimpel”. En un primer momento la Vimpel solo tenía a 20 o 30 hombres custodiando el centro de televisión de Ostankino, pero las masas perdieron tiempo negociando con ellos (demostrando una vez más la naturaleza pacifica de los manifestantes) y la policía pudo así traer refuerzos, incluyendo soldados profesionales.
A las 19:10 horas los policías de la Vimpel abrieron fuego contra la multitud. Entre la muchedumbre no había más que un puñado de miembros del autodenominado Sindicato de Oficiales (una organización nacionalistas de antiguos oficiales del ejército soviético), armados con kalashnikovs, que respondieron al fuego. El resto manifestantes, publico en general, periodistas, niños intentaron escapar pero fueron atacados desde atrás por los carros blindados. La gente no tenia ninguna oportunidad frente a las ametralladoras pesadas de 14,5mm. El número de muertos y heridos aumentaba dramáticamente según pasaban los minutos. La policía especial también tiroteó al personal médico y a las ambulancias que trataban de evacuar a los heridos. Dos periodistas extranjeros de la televisión francesa Peck Rori y Danken Terry Mickel también recibieron disparos. El tiroteo alrededor del edificio Ostankino se prolongó durante toda la noche. Al mismo tiempo, en Leningrado, cientos de estudiantes acudieron a la estación de televisión local para declarar su solidaridad hacia el soviet supremo. El alcalde pro-Yeltsin de la ciudad, Anatoly Sobchak, envió cientos de policías y soldados del ministerio del interior para proteger el edificio. En las provincias alrededor de Moscú grupos de activistas y militantes comunistas desarmaron a la policía y tomaron el poder en algunas ciudades pequeñas. Mantuvieron estas posiciones durante algunos días después de que el soviet supremo hubiera caído.
En la madrugada del 4 de octubre Yeltsin finalmente llegó a un acuerdo con alguno de los generales para enviar algunas unidades a la ciudad. Éstas llegaron a la Casa Blanca aproximadamente a las 5 o 6 de la mañana. Las personas que defendían las barricadas de la Casa Blanca creían que estas unidades venían en respuesta a la llamada de Rutzkoy y por eso al principio las recibieron con alegría. Pero a los pocos segundos comprendieron su error. Los tanques y blindados abrieron fuego contra la multitud sin previo aviso. Aquellos que sobrevivieron a este primer ataque se refugiaron en el edificio del parlamento. Cientos de personas, incluyendo mujeres y niños, se agolparon en el edificio. En las horas siguientes los tanques fueron llegando a los alrededores del edificio y empezaron a bombardear el parlamento.
El mundo entero pudo ver estas imágenes a través de la CNN. Fueron acompañadas con reportajes e imágenes de esta gloriosa “¡nueva democracia rusa!” Cientos de burgueses moscovitas se sentaron en los bancos del río Moscú para observar el bombardeo del edificio del parlamento. En las noches anteriores estos mismos burgueses se distinguieron por su absoluta falta de valor. Ahora, protegidos por los tanques, se disponían a humillar y golpear a los prisioneros. Gritaban “¡Comunistas, estáis acabados!” Como se puede observar el ambiente entre la burguesía no ha cambiado mucho desde la Francia del siglo XIX. Lo irónico de la situación es que las tropas en su prisa por aplastar a los defensores del parlamento incluso golpearon a alguno de los burgueses que estaban aplaudiéndoles y algunos también recibieron disparos de las tropas gubernamentales. Pero esto es típico de semejante situación, como vimos en el 18 Brumario de Luis Bonaparte.
A las 15:13 horas el parlamento capituló. Cientos de prisioneros, incluyendo a los diputados, fueron subidos a autobuses y llevados a prisión. Rutzkoy suplicó clemencia, pero no esto no le salvó del ridículo. Alguno de los comandantes yeltsinistas le humillaron diciendo que un “verdadero general” no habría acabado en prisión en tres ocasiones (siendo antiguo piloto militar, Rutzkoy fue capturado y encarcelado en dos ocasiones por los mujaidines afganos). Sin embargo, algunos de los defensores de la Casa Blanca lograron huir a través de los subterráneos.
Moscú ahora se encontraba bajo el dominio del terror blanco. La ciudad fue ocupada por unidades del ejército y la policía especial. El día anterior Yeltsin había declarado la ley marcial en el territorio de Moscú. Se pudieron observar algunas escenas terribles dentro y en los alrededores del edificio del parlamento. El ejército y la policía cazaba a los seguidores del soviet y en muchos casos los fusilaba en el acto. En 1995 una comisión de la Duma rusa encargada de investigar estos hechos demostró que en los sótanos de la Casa Blanca se habían realizado ejecuciones masivas. El ejército disparó incluso contra los heridos, incluidos mujeres y niños. También se registraron casos de violaciones y pillaje. Esto no era Chile en 1973. ¡Era Moscú en 1993! La mayoría de las víctimas eran jóvenes trabajadores de entre 16 y 25 años.
De acuerdo con los datos oficiales durante esos días murieron 149 personas. Este dato no se acerca ni por asomo a la cifra real. El 7 de octubre incluso la pro-americana Radio Liberty tuvo que informar del asesinato de 1.012 personas y que muchas más murieron más tarde en los hospitales. La Voz de América informó de que muchos de los cadáveres de los que habían estado defendiendo el edificio del parlamento fueron incinerados durante la noche sin registro alguno. Al día de hoy, nadie sabe realmente cual es el número real de víctimas. Algunos estiman que la cifra podría estar cerca de las 2.000 personas.
Después de la rebelión.
Durante los días siguientes al aplastamiento de la rebelión, los principales dirigentes soviéticos, comunistas y nacionalistas fueron encarcelados y la prensa de la oposición fue cerrada. La prensa de derechas y la intelectualidad gritaban histéricamente “que se aplaste a los reptiles” (Razdavit gadinu) y pedían el establecimiento de un régimen de terror. Pero la posición de Yeltsin no era tan sólida como pudiera parecer. El conflicto dentro de la burocracia no se había resuelto ni siquiera después de la sangrienta victoria de la fracción de Yeltsin. El ejército seguía dividido. Mientras algunas capas de las masas se encontraban paralizadas por el golpe, otras estaban enojadas y veían a Yeltsin como un usurpador. Esto quedó patente en las elecciones al nuevo parlamento de Yeltsin la Duma. El PCFR (Partido Comunista de la Federación Rusa), dirigido por Gennady Ziuganov, obtuvo la mayoría. (El propio Ziuganov no fue detenido el 4 de octubre por que logró escapar del edificio del parlamento el día antes de que éste fuera bombardeado).
Enfrentado a esta realidad, a Yeltsin no le quedó otra alternativa que declarar una amnistía para todos los prisioneros políticos. Ahora dependía más que nunca de la cúpula militar, esto le empujaría más tarde a lanzarse a la aventura chechena. Para muchas unidades especiales los acontecimientos de Moscú en 1993 no fueron más que una “sesión de entrenamiento” para la sangrienta pesadilla chechena.
Los antiguos dirigentes soviéticos, Jasbulatov y Rutzkoy, encontraron su lugar en el nuevo régimen. Rutzkoy llego a ser gobernador de la provincia de Kursk y se convirtió en un virulento anticomunista. ¡Incluso prohibió la celebración del 1º de Mayo en su región!
Los líderes estalinistas de Trudovaia Rossia y del PCOR (Partido Comunista Obrero Ruso) se encontraron con una sorpresa desagradable una vez salieron de la cárcel. Las masas los abandonaron para apoyar al PCFR que acabo obteniendo una fuerte presencia parlamentaria. A día de hoy, esos partidos se parecen más a sectas de jubilados que a auténticas organizaciones políticas.
Los acontecimientos de octubre de 1993 fueron un importante punto de inflexión en la transición de Rusia desde un estado obrero deformado a un estado capitalista. El sistema soviético de 1993 no se parecía en nada al que había establecido la revolución de 1917. Se parecía más a un parlamento de diputados que a una asamblea de delegados elegidos democráticamente por los obreros. Pero incluso este soviet degenerado era demasiado para la naciente clase capitalista rusa. Las fuerzas sociales que se enfrentaron en 1993 eran las de un período de transición y transformación la burocracia, el proletariado, el ejército, la pequeña burguesía y la intelectualidad. La naciente clase capitalista rusa era aún demasiado débil en este período como para jugar un papel significativo en esos acontecimientos. Las masas trabajadoras de Rusia sufrieron una terrible derrota en 1993. Pero también recibieron una importante y sangrienta lección y valiosa experiencia. Pero como Lenin señaló, sin semejantes lecciones y experiencias no puede haber una victoria final.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Acción Conjunta de los Obreros de Metal Press y de la Mitsubishi Motors

Fuentes: El Tiempo y El Nuevo Dia
BARCELONA.- Los trabajadores de la autopartista Metal Press, ubicada en la Zona Industrial Los Montones de Barcelona, decidieron ayer mantener la toma de la empresa, tras fracasar la reunión entre la parte patronal y sindical.Luis Serrano, coordinador regional de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), informó en rueda de prensa que tanto los directivos de Metal Press como de MMC Automotriz, a la cual surten de piezas para el ensamblaje de vehículos, se niegan a garantizar la estabilidad laboral de los 74 empleados despedidos hace dos semanas. Explicó que la compañía introdujo un pliego ante la Inspectoría del Trabajo, donde solicitó la interrupción de la relación laboral y se auto declaró en quiebra.Para el sindicalista, este argumento es falso porque “en las últimas declaraciones del Impuesto Sobre la Renta han reportado ganancias y MMC les ha ajustado el contrato en varias oportunidades. Además existen mecanismos legales para demostrar que una empresa está en quiebra o no”.

Enfrentamiento
Félix Martínez, secretario general del Sindicato de Trabajadores de MMC, no descarta que la posición de la compañía esté relacionada con el enfrentamiento de Fedecámaras con el gobierno nacional."Los empresarios mantienen una actitud antisindical y lo que quieren es subcontratar al personal, en vez de ampliar las líneas de producción”.
Diariamente la Mitsubishi Motors Corporation ha dejado de ensamblar 97 vehículos diarios, para un gran total hasta la fecha de 970 unidades.Así lo dio a conocer el trabajador de la MMC, Daniel Gutiérrez, quien destacó que los 1700 empleados de la empresa automotriz, apoyan la iniciativa de los trabajadores de Metal Press."Todo lo que los afecte a ellos nos afecta a nosotros", comentó.

Sin solución
En la mañana de ayer se efectuó una reunión con las distintas partes donde además estuvo presente el actual coordinador regional de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), Luis Serrano.En dicho encuentro las soluciones fueron nulas, según explicó José González, presidente del Sindicato de Trabajadores de Metal Press."No logramos ningún adelanto, por lo que seguiremos en las instalaciones de la compañía", anunció el sindicalista, antes de referir que ahora sólo esperan por un pronunciamiento de la Inspectoría del Trabajo, donde fue consignado un documento con la problemática de la proveedora de tanques de gasolina, puertas, pisos y chasis a la MMC. Por otra parte Gutiérrez, resaltó que durante el tiempo que estuvo en funcionamiento los empleados de Metal Press nunca contaron con servicios médicos estipulados en la ley, como lo es el examen médico anual. Sobre esto Jesús Pedrique, apuntó los delegados de prevención los han solicitado apoyados por Insapsel, a lo cual los empleadores han hecho caso omiso.

Sindicato denuncia que bandas penetraron al sector construcción

El dirigente sindical Aquiles Urriola denunció la penetración de grupos de desadaptados en la industria de la construcción de la zona norte, tras denunciar sin éxito esta situación ante la Fiscalía, los tribunales, el Ejecutivo regional y las alcaldías. Empresarios exigen intervención de los organismos de seguridad


Diario El Tiempo: LECHERÍA / BARCELONA.- El secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores Bolivarianos de la Construcción del estado Anzoátegui (Sutbcea), Aquiles Urriola denunció que bandas delictivas pretenden controlar la industria de la construcción en la entidad, para administrar los cupos de empleo.“Es imposible tanto para los sindicalistas como para los empresarios hacer cumplir el contrato colectivo, ya que la mayoría de las obras en la zona norte están penetradas por grupos de desadaptados que imponen sus condiciones” señaló. A propósito de celebrarse hoy el Día Nacional del Trabajador de la Construcción, Urriola puso en el tapete esta situación, la cual ya ha sido denunciada ante la Fiscalía, los Tribunales, el Ejecutivo regional y las alcaldías de Sotillo y Bolívar, sin obtener respuesta. Al respecto, el presidente de la Cámara de la Construcción, Nelson Blanco, admitió que se trata de una realidad que afecta a los inversionistas, pues no es fácil confrontarla sin el apoyo de los organismos de seguridad.“Nosotros como gremio no hemos recibido ninguna denuncia formal, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados. La vía más expedita es solicitar el apoyo policial y mantener el diálogo con los sindicatos legalmente constituidos”.A juicio de Blanco, este tipo de irregularidades y la falta de incentivos “conspiran” para que algunos empresarios tomen la decisión de colocar sus capitales en otros países como Panamá, donde ofrecen mayor seguridad.El Tiempo intentó sin éxito, contactar a los voceros de la Cámara Bolivariana de la Construcción. Para el presidente del Sindicato Regional de la Construcción, Carlos Velásquez, todavía no existe una reactivación definitiva del sector y en los empresarios persiste el temor a invertir, por ello cerca de 50% de la masa laboral está desocupada.




Otros factores


Ambas organizaciones sindicales coinciden en que cerca de 15 mil trabajadores ejercen esta actividad en Anzoátegui, sin embargo entre 7.000 y 8.000 están inactivos.Velásquez también atribuye el desempleo a otros factores como paralización de las obras públicas y las contrataciones a tiempo determinado, “una vez que culmina el contrato los trabajadores vuelven a ser cesanteados”. El sindicalista refirió que el 1° de mayo les corresponde el segundo incremento salarial de 20%, de acuerdo al contrato colectivo suscrito en 2007, “solicitaremos al Ejecutivo que decrete un aumento general para compensar el déficit que presenta este sector debido al efecto inflacionario”. Otra petición es que se garantice la seguridad social para que los obreros puedan contar con una pensión de vejez.




28 asesinados


Según los archivos del diario El Tiempo, durante los tres primeros meses del año 2008, se han registrado 28 asesinatos de trabajadores de la construcción, la mayoría por viejas rencillas personales. Las autoridades policiales aseguran que las víctimas han sido ajusticiadas, por sujetos de su entorno o por encargo.

martes, 25 de marzo de 2008

!UNIDAD, SOLIDARIDAD Y LUCHA DE CLASES!

PCV: Adhiere a Plan Nacional de Solidaridad con trabajadores de SIDOR

El Partido Comunista de Venezuela PCV, adhirió hoy al Plan Nacional de Movilización en Solidaridad con las luchas de las y los trabajadores de Sidor, que están convocando diferentes organizaciones clasista del país y que se llevará a efecto este semana, culminando con una gran Asamblea en la Sede del Sindicato SUTISS en Manoa, Estado Bolívar.

Así lo informó el Secretario General del Partido Comunista de Venezuela PCV, Diputado Oscar Figuera, quién a nombre del Buró Político del Comité Central de la colectividad dio a conocer el calendario de actividades que contempla dicho Plan Nacional.

1.- Manifestación frente a las oficinas administrativas de SIDOR por parte de sindicatos de la zona metropolitana, convocados por diferentes corrientes sindicales clasistas y revolucionarias.

2.- Acto cultural denominado “CANTO POR LA VICTORIA POPULAR DE LOS SIDORISTAS”, el viernes 28 de Marzo a las 5 p.m. en SIDOR, con la participación de artistas y cantores populares del país.

3.- Encuentro Nacional Sindical en apoyo a la lucha de los trabajadores sidoristas, el sábado 29 de Marzo, en SUTISS Manoa, convocado por SUTISS, Sindicatos de Guayana, PCV, Corriente Clasista Unitaria de Trabajadores “ Cruz Villegas” CCUT, CTR-UNETE, Trabajadores por la Patria, Educadores Bolivarianos, Simón Castillo, Secretario General de SINAFUM y Marea Socialista.


Crece apoyo al Plan Nacional de Movilización de los sidoristas

El día de ayer se efectuó en el portón 3 de SIDOR en Ciudad Guayana, una asamblea de los trabajadores y trabajadoras de esta empresa con la finalidad de reafirmar el conflicto que mantiene con la transnacional TERNIUM por sus justas reinvidaciones laborales.

En esta nutrida asamblea, que sirvió además para que hicieran presencia miembros de otros sindicatos y organizaciones solidarias con la lucha de los y las sidoristas, en el caso del Partido Comunista de Venezuela consecuente en su presencia y compromiso al lado de los trabajadores como partido de la clase obrera y campesina, se hizo presente con la participación de algunos miembros del Comité Regional y Comités Locales de Ciudad Guayana y Ciudad Bolívar.

Correspondió al Camarada Edgar Meléndez Secretario de Organización Regional, dar un saludo solidario y comprometido a la masa obrera allí reunida a nombre del PCV y del Frente Amplio Antiimperialista.

Destacó el Camarada que la presencia del Partido Comunista en todas las jornadas que se han desarrollado en este conflicto entre Ternium-Sidor y los trabajadores y trabajadoras, corresponde a una cuestión de principio de nuestra organización, que se define por su ideología y práctica como la organización de los trabajadores y campesinos.

De esta forma, el PCV ratifica su disposición de acompañar solidaria y comprometidamente a los trabajadores, como lo ha demostrado en todas las movilizaciones, declaraciones y hechos relacionados a este conflicto, destacando que esta situación no solo ha sido asumida por la dirección regional de la organización sino por toda la estructura nacional del partido.

Así mismo, destacó la importancia de que en medio de esta justa lucha reinvidicativa los trabajadores y trabajadoras afiancen sus conciencia de que la lucha es por el socialismo, única vía para acabar definitivamente con un sistema explotador como el capitalista y por lo cual la situación planteada con la transnacional Ternium es una excelente oportunidad para consolidar la conciencia clasista de los trabajadores y trabajadoras que además debe convertirse en toda una lucha nacional vinculándola cada vez más al pueblo.

Es por ello que nombre del Frente Antiimperialista afirmó que esta lucha se enmarca plenamente en una lucha antiimperialista, no solo por su justo carácter reinvidicativo sino por lo que políticamente conlleva esta situación, que es sin lugar a dudas una lucha revolucionaria.

De igual manera, otros líderes sindicales de empresas básicas de Guayana, locutores de la zona, representantes de organizaciones sociales hicieron presencia y uso de la palabra para apoyar la lucha de los trabajadores y trabajadoras de SIDOR.

Fueron numerosas e interesantes las intervenciones, destacamos las palabras de José Acarigua Rodríguez, Presidente del Sindicato SUTISS, quien resaltó en primer lugar la importancia de mantener la unidad entre todos los trabajadores y trabajadoras de SIDOR.

Igualmente planteó rechazar categóricamente, una vez más, la actuación de la Policía del estado Bolívar y la Guardia Nacional el pasado viernes 14 de marzo, cuando se reprimió a una actividad enmarcada dentro de la movilización de los trabajadores.

Por otra parte saludó la presencia de los sindicatos, grupos sociales, personalidades y del Partido Comunista de Venezuela por su solidaridad hacia esta lucha, destacando que precisamente de este acercamiento han nacido las iniciativas de desarrollo de una serie de actividades para esta semana como lo es una marcha que se efectuará el próximo día jueves a partir de las 9:00 AM en el centro de San Félix.

El Presidente de SUTISS aprovechó este anuncio, para solicitarle a todos los trabajadores y trabajadoras así como a todas las organizaciones que se harán presente, a que lleven a sus familias, sus consignas a favor de los sidoristas, sin caer en ningún momento en provocaciones que puedan alterar el orden público, ya que esta justa lucha de los sidoristas tiene un carácter profundamente pacifico y la marcha debe ratificarlo.

Igualmente informó sobre la actividad cultural a desarrollarse el día viernes 28 a partir de las 4:00 PM en la concha acústica de San Félix denominada “Un canto por la victoria de los trabajadores y trabajadoras siderúrgicos”.

Finalmente para esta semana se espera contar con una masiva participación en la actividad del día sábado en Manoa, cuando se realice una gran asamblea con organizaciones sindicales, de masas, políticas y estudiantiles en apoyo a los trabajadores de SIDOR.

Posteriormente aclaró el Líder sindical, que indudablemente que en esta lucha, los trabajadores y trabajadoras ratifican su convencimiento de la necesidad de la renacionalización y socialización de SIDOR, recuperarla para los intereses del pueblo venezolano, manejada por sus trabajadores y en este sentido levantan esa bandera nacional.

Rodríguez ratificó una vez más que primero debe darse la firma de un contrato colectivo a favor de los intereses reinvidicativos de los trabajadores, quienes han venido siendo notablemente desmejorados en sus condiciones laborales, salariales, de seguridad por este transnacional.
Por último, resaltó Acarigua Rodríguez, el llamado a nombre de los trabajadores y trabajadoras a que el Presidente Hugo Chávez se pronuncie sobre la grave crisis laboral entre los trabajadores y Ternium, mucho más necesario este pronunciamiento luego de los lamentables acontecimientos del pasado viernes 14 en Puerto Ordaz.

lunes, 24 de marzo de 2008

Nuestra Revolución Sigue Pidiendo Escritores

Por: Jesus Silva R.

NECESITAMOS MÁS CIENCIA REVOLUCIONARIA Y MENOS DEMAGOGIA NARCISISTA


Tribuna Popular.-- En el mundo de hoy, abundan escritores al servicio de grandes intereses económicos que insisten en estafar la conciencia crítica del pueblo. Frente a este escenario, el interés superior de las mayorías y la ética literaria le exigen al escritor estampar en el papel, con suprema lealtad a si mismo, el contexto social que lo rodea. Ciertamente el escritor es un mero intérprete de lo que ve y la sociedad es la escultora de la realidad.

Por su parte, se ganan velozmente el desprecio popular, los escritores oportunistas o “poetas” que a través de la demagogia se autoproclaman “estadistas”, presbíteros, conductores de naciones, o visionarios del advenimiento de un nuevo tiempo; por la concreta razón de que no se parecen a lo que escriben. Es por el contrario, la aspiración más noble que puede albergar el corazón de un escritor honrado: Recopilar y sistematizar los mensajes del pueblo, para devolvérselos en síntesis sin patrañas y promover los análisis sinceros.

En esencia, la legitimidad de quien escribe se sustenta en su pertenencia, vinculación y grado de identificación con la clase explotada. Escribir, más que un arte en si mismo, es un instrumento de excitación a la conciencia libertaria y de allí que esta tarea implique la mayor audiencia. Ello no se vincula a la frívola sed de fama de los autores que agasajan a la burguesía por dinero y que gozan del apoyo de las grandes editoriales; sino que se sustenta en el convencimiento de que solo la fuerza de las mayorías impulsa los cambios sociales. Por esto, urge reafirmar que el escritor popular debe convivir con las masas y la clase trabajadora, a fin de alimentarse de sus experiencias y circunstancias, reinsertarlas en el debate popular y en definitiva sentar colectivamente las bases ideológicas para la defensa de sus intereses de clase.

Todo hombre y mujer que mantenga compromiso con la valorización del ser humano por encima del mundo de las mercancías debe promover la escritura revolucionaria. El escritor que sirve al socialismo es un rebelde con causa, que desglosa la teoría y se ejercita en la praxis, que convoca sin descanso con su letra a la rebelión de los oprimidos y explotados; es luchador indoblegable junto a quienes no se venden, ni se disfrazan. No es bufón que anhela que sus obras sean llevadas al cine o su rostro se comercialice en bebidas gaseosas o achocolatadas. Hoy más que nunca: “Nuestra Revolución sigue pidiendo escritores”

AVANCE DE LA PRENSA COMUNISTA EN VENEZUELA

Bellaciao-Prensa Popular Comunista de Miranda.-- Instalación de dos nuevas células comunistas y batida de Tribuna Popular en Barcelona. Exitoso Pleno Comunista en Barcelona, y nutrido Taller Ideológico en la misma ciudad. Jornada de apoyo de trabajadores petroleros de Anzoátegui a PDVSA. Noticias locales y regionales de la actividad comunista, de trabajo y orientación sindical, sobre la situación internacional y de orientación ideológica.-
Jornadas todos los jueves de estudio del Manifiesto Comunista en el Local del PCV en Valencia.- Artículos de orientación en fijación pública de política del PCV en Carabobo. Exitosa reunión de mujeres comunistas en Morón y otras actividades de celebración del Día de la Mujer en Carabobo.- Artículos acerca de la política mundial de aprovechamieno y uso para la militancia comunista y amigos visitantes a la página tanto en Carabobo como en otros sitios del País.-
Aparición inicialmente de !Aquí Está...¡ Comunistas Carrizal , como primer vocero local digital del Partido Comunista de Venezuela en un Municipio, en Miranda, y que sepamos, nacionalmente.- Aparición de Prensa Popular Comunistas Miranda como primer Diario Digital Comunista de Opinion e informacion en un Estado de Venezuela.- Iniciación de actividad de :"De Frente Comunistas San Diego" como el Primer vocero de una Parroquia.- Iniciación de actividades en Miranda del "PCV Miranda Comite Regional Gustavo Villaparedes" como periodico organizativo regional.= Proyecto e inicio de actividades para un vocero digital en cada Municipio en Miranda. Aparición de Espuela Roja Comunistas Zona A Carrizal, vocero de la Célula Gustavo Machado del PCV en Carrizal, Miranda.-
Realización de actividades de masas en Barlovento, de apoyo a PDVSA.- Realización de Reuniones Unitarias de Partidos Revolucionarios, Colectivos Sociales y Culturales, y Fijación de una Plataforma Unitaria de Luchas, Apoyo a Medios Comunitarios, Actividades Culturales y otras formas de Luchas Populares.- Denuncia de políticas de saboteo económico mediante cierre y traslados de empresas, en Miranda.=
Denuncias del desabastecimiento, acaparamiento y otros sabotajes económicos, de penetracion paramilitar y preparativos golpistas y conspirativos, de organizacion de poder fascistizante en los Municipios dominados hasta ahora por el oposicionismo, y preparacion de un Plan Especial Organizativo del PCV y de los sectores populares en esos Municipios, o sector central del Estado, para combatir esa situacion.= Iniciacion de actividad de Rescate Popular Comunistas Miranda Centro vocero de los Comunistas de Miranda Centro.-
Esas y muchas otras actividades se han hecho presentes y conocidas por la aparición de los voceros o periódicos digitales comunistas, en su forma de Blogs.- Se presentan dificultades en algún sentido, sobre todo de entrenamiento, equipos, etc. Pero se anda en el camino de corregir, aprovechar lo que hay y avanzar.Con la aparición de los Infocentros, de los llamados Záiber, y la expansión de banda ancha y comunicación por Internet, se facilitan las cosas.
Ayudan igual que antes las bateítas, los multígrafos y las pequeñas máquinas tipográficas de "plato", minilitográficas de planchas de cera y copiadoras, sin descartar estas otras formas sino más bien fortaleciéndolas en la medida que sean usables.
Como experiencia los camaradas de San Diego ya tienen un Plan: Usar lo que hay, pero colocar en las luchas reivindicativas el que CANTV lleve las facilidades de linea Internet a todos los barrios, y luchar por un Infocentro por barrio.=
Esto es lo que va hasta el momento.= Se anuncian avances.= En Miranda, ademas de Prensa Popular, ya diario, se proyectaran tambien como diarios digitales Aqui Esta, y Rescate Popular, de Miranda Centro, y se mejorara y se activaran otros, con entrenamiento para ello.
Es muy importante conocer el aumento de visitas a Tribuna Popular, que triplica en un año. El fortalecimiento en visitas de los periodicos regionales y locales existentes, se demuestra en la acogida que han tenido, como se plantea en comentarios de solidaridad, preguntas, etc.incluso de bastantes sitios del extranjero.=
Pero lo mejor comienza ahora, en un ahora muy cercano. Por correos recibidos, cantidad de visitas frecuentes, preguntas, etc. vislumbramos que de varios sitios del pais, como Maracaibo, Maracay,Barquisimeto, Guayana, Barinas, Trujillo, Merida, Margarita, Valera, Cumaná, Falcon, van a surgir pronto otros voceros digitales del PCV, sus paginas digitales, seguramente Blogs.
Y al PCV, con "un organizador digital" por region y uno por Municipio, no lo para nadie. Y eso está por venir. Se requiere con urgencia. Ahora, cuando los grandes medios mundiales comienzan a cerrar sus emisoras para quedarse con sus paginas por Internet, y adaptan sus periodicos impresos a sus paginas digitales.
Se trata de salirle por anticipado al futuro.= Y el PCV lo hará. Será como colocar 24 mesas de redaccion de Tribuna Popular, una en cada Region. Y cada Region con tantas mesas de Redaccion como Municipios organicen y tengan su voceros.
Ya lo señalaba el camarada Jeronimo Carrera acerca de una visita por Apure: Hay un PCV mas vivo que nunca.Y con su prensa digital será un cohete incontenible.Y seguramente entrará en juego un factor muy importante como es la emulación comunista.

Candidatura electoral no es prioridad para el Partido Comunista de Venezuela

Una vez mas el Partido Comunista demuestra que le es más importante y urgente la Unidad Revolucionaria que el electorerismo burgues y oportunista

Cadena Global.com .-- 3:16 PM La candidatura electoral no es lo primordial para el Partido Comunista de Venezuela (PCV) en estos momentos. Así lo informó el diputado a la Asamblea Nacional y presidente de la Comisión permanente de Desarrollo Integral, Oscar Figuera. El diputado Figuera explicó que el cuadro actual de necesidad del partido es introducir importantes modificaciones en algunos aspectos del desarrollo del proceso, con el fin de construir la amplia unidad revolucionaria, desde la base del proceso, para así avanzar en conjunto en la defensa de la revolución.
"Si ponemos en prioridad el tema de la candidatura electoral más que avanzar en el movimiento revolucionario creamos condiciones de discreción y de mantener una línea de confrontación, eso es lo que se ha dicho hasta ahora en el PCV", expresó. Asimismo, señaló en rueda de prensa en la sede del partido que lo importante ahora es estar unidos todos los partidos revolucionarios en la lucha por defender el progreso de la revolución, para que a medida del desarrollo se vayan construyendo más unidades y así se pueda manejar el tema de la candidatura sin problemas. "Asimismo el tema de la candidatura como el proceso natural que se va dando a medida que consolidemos los instrumento de unidad popular revolucionaria", expresó el diputado. Figuera dijo que si no avanzan juntos en la construcción del poder popular no se podrá discutir sobre la candidatura, sino únicamente sobre el debate de reparto burocrático de espacios. "Para nosotros es importante avanzar en el esfuerzo de construcción unitaria, esfuerzos concretos de revolución y profundizar fortalezas del mismo, para que en esa dirección se vayan definiendo las candidaturas", sostuvo. Finalmente, Figuera ratificó que "antes de definir la candidatura, lo correcto es que se construya la estancia de encuentro, de debate en la que nos conozcamos y desarrollemos experiencias para la construcción del movimiento revolucionario".

viernes, 21 de marzo de 2008

LA COMUNA DE PARIS


Autor : Greg Oxley (2004)

La Comuna de París de 1871 fue uno de los episodios más grandes e inspiradores de la historia de la clase obrera. Fue un gran movimiento revolucionario en el que los trabajadores de París reemplazaron el Estado capitalista por sus propios órganos de gobierno y ostentaron el poder político hasta su caída en la última semana de mayo. Los trabajadores parisinos lucharon, en unas condiciones extremadamente difíciles, para poner fin a la explotación y la opresión, para reorganizar la sociedad sobre bases completamente nuevas. Hoy en día, para los socialistas es importante aprender las lecciones de estos importantes acontecimientos.


Veinte años antes del advenimiento de la Comuna, tras la derrota de la insurrección obrera en junio de 1848, el golpe militar del 2 de diciembre de 1851 llevó al poder al emperador Napoleón III. Al principio, el nuevo régimen bonapartista parecía inquebrantable. Los trabajadores fueron derrotados y sus organizaciones prohibidas. A finales de la década de los sesenta, sin embargo, el fin del auge económico y la recuperación del movimiento obrero debilitaron seriamente al régimen. Se hacía evidente que sólo podría sobrevivir algún tiempo en base a una una nueva guerra. En agosto de 1870 los ejércitos de Napoleón III marcharon contra Bismarck. La guerra, según Napoleón III, permitiría a Francia conquistar nuevos territorios, debilitar a los enemigos internos y poner fin a la crisis financiera e industrial que asolaba el país.


Guerra y Revolución

No obstante, ocurre con frecuencia que la guerra conduce a la revolución y no es una relación casual. Una guerra aparta a la clase obrera de su rutina diaria, las masas examinan más detenidamente las acciones del Estado, de los generales, de los políticos y de la prensa en un grado infinitamente superior que en tiempos de paz. Eso es así particularmente en el caso en una derrota. El intento de Napoleón III de invadir Alemania fue su perdición. El 2 de septiembre, cerca Sedan —en la frontera oriental de Francia— el ejército de Bismarck capturó al emperador junto a 100.000 soldados. En París, las masas tomaron las calles de la capital para exigir el fin del imperio y la proclamación de una nueva república democrática.
La llamada oposición republicana estaba aterrorizada por este movimiento de las masas, pero a pesar de todo, el 4 de septiembre se vieron obligados a declarar la república. Se formó un nuevo "gobierno de defensa nacional" cuya figura clave era el general Trochu. También estaba en el gobierno, Jules Favre, un representante típico del republicanismo capitalista y declaró públicamente que no cederían a los prusianos "ni una sola pulgada del territorio, ni una sola piedra de nuestra fortaleza". Las tropas alemanas rápidamente rodearon París y establecieron un cerco sobre la ciudad. El pueblo apoyó inicialmente al nuevo gobierno en nombre de la "unidad" contra un enemigo extranjero. Sin embargo, esta unidad tardó poco en romperse.
A pesar de las declaraciones públicas, el Gobierno de Defensa Nacional no creía que fuera posible defender París. Fuera del ejército regular, una milicia formada por 200.000 personas —la Guardia Nacional— estaba decidida a defender París, pero los trabajadores armados dentro de París eran una amenaza mayor para los intereses de clase de los capitalistas franceses que el ejército extranjero que estaba a las puertas de la ciudad. El gobierno decidió que lo mejor sería capitular ante Bismarck tan pronto como fuera posible. Sin embargo, el fervor patriótico de los parisinos y de la Guardia Nacional impidieron al gobierno decirlo públicamente. Trochu quería ganar tiempo y contaba con los efectos sociales y económicos causados por el asedio para romper la resistencia de los trabajadores parisinos. Mientras tanto el gobierno empezó a negociar en secreto con Bismarck.
Según pasaban las semanas aumentaba la hostilidad hacia el gobierno. Comenzaron a circular rumores sobre las negociaciones con Bismarck. La caída de Metz el 8 de octubre fue la chispa que provocó una nueva manifestación de masas. El día 31 varios contingentes de la Guardia Nacional encabezados por los Blanquistas atacaron y ocuparon temporalmente la Asamblea Nacional. En ese momento, los trabajadores aún no estaban preparados para actuar contra el gobierno y por eso la insurrección quedó aislada. Blanqui huyó y Flourens el valeroso comandante de los batallones de Elleville fue encarcelado.
En París el hambre y la pobreza producto del asedio estaban provocando consecuencias desastrosas y cada vez era mayor la necesidad de romper el cerco. El intento de salir y tomar Buzenval, el 19 de enero, acabó en otra derrota. Trochu dimitió y fue sustituido por Vinoy que en su primer discurso pidió a los parisinos que no "tuvieran ilusiones" en la posibilidad de derrotar a los prusianos. Quedaba en evidencia que el gobierno intentaba capitular. Los clubs políticos y los Comités de Vigilancia pidieron armas a la Guardia Nacional y marcharon hacia el Hôtel de Ville. Otros destacamentos fueron a la prisión a liberar a Flourens. La presión desde abajo obligó a los demócratas de clase media de la Alianza Republicana a exigir un "gobierno popular" que organizara la resistencia efectiva contra los prusianos. Sin embargo, cuando la Guardia Nacional llegó al Hôtel de Ville, Chaudry, representante del gobierno, gritó furioso a los delegados de la Alianza y bastó para que los republicanos se dispersaran. Los guardias bretones, leales al gobierno, atacaron a los Guardias Nacionales y a los manifestantes que intentaban oponerse a esta traición. Los Guardias Nacionales tuvieron que retirarse.
Este primer choque armado con el gobierno marcó el final de la Alianza Republicana a pesar de que el movimiento contra el gobierno amainó temporalmente. A partir del 27 de enero el Gobierno de Defensa Nacional pudo seguir con sus planes de capitulación ideados desde el principio del asedio.


París y la Asamblea Nacional

Las zonas rurales de Francia estaban a favor de la paz y los votos del campesinado en las elecciones de la Asamblea Nacional de febrero dieron la mayoría a los candidatos conservadores y monárquicos. La Asamblea nombró jefe de gobierno a un empedernido reaccionario: Adolphe Thiers. El choque entre París y la mayoría "rural" de la Asamblea era inevitable. La contrarrevolución abierta levantó cabeza, espoleando, a su vez, la revolución. Los soldados prusianos estaban a punto de entrar en la capital y esto dio nuevos bríos a las protestas. Los trabajadores y los sectores más pobres de la población apoyaban las manifestaciones armadas de la Guardia Nacional, denunciaban a Thiers y a los monárquicos como traidores y defendían una "lucha a muerte" por la defensa de la república. Los acontecimientos del 31 de octubre y el 22 de enero representaban un pequeño anticipo del nuevo camino que emprendería el movimiento. Toda la clase obrera parisina, ahora sí, estaba preparada para la rebelión.
La reaccionaria Asamblea Nacional provocaba constantemente a los parisinos, a los que calificaba de criminales y asesinos. Anuló la paga, de por sí muy baja, de los Guardias Nacionales, a menos que demostraran que eran "incapaces de trabajar". El cerco dejó a muchos trabajadores en el desempleo y prestar servicio en la Guardia Nacional era la única alternativa al hambre. El gobierno obligó a pagar en 48 horas todos los alquileres atrasados y las deudas, esto representaba una amenaza inmediata de bancarrota para los pequeños comerciantes. París se vio privada de su estatus como capital de Francia, transferida a Versalles. Estas medidas y muchas otras golpearon a los sectores más pobres de la sociedad pero también provocó la radicalización de la clase media parisina, cuya única esperanza de salvación real ahora era el derrocamiento revolucionario de Thiers y la Asamblea Nacional.


Transformación en la Guardia Nacional
La rendición a los prusianos y la amenaza de la restauración monárquica transformó la Guardia Nacional. Se eligió el "Comité Central de la Federación de Guardias Nacionales" que representaba a 215 batallones, equipados con 2.000 cañones y 450.000 armas de fuego. Aprobaron unos nuevos estatutos en los que se declaraba "el derecho absoluto de los Guardias Nacionales a elegir sus dirigentes y revocarlos tan pronto como perdieran la confianza de sus electores". En esencia, el Comité Central y sus correspondientes estructuras en cada batallón fueron precursores de los soviets de trabajadores y soldados, que aparecieron en Rusia durante las revoluciones de 1905 y 1917.
La nueva dirección de la Guardia Nacional tuvo que poner a prueba su autoridad con rapidez. Cuando el ejército prusiano entró en París, decena de miles de parisinos armados se reunieron con la intención de atacar al invasor. El Comité Central intervino para evitar una lucha desigual para la que no estaban preparados. El éxito del Comité Central asentó firmemente su autoridad y se le reconoció como la dirección del pueblo. A Clément Thomas, el comandante nombrado por el gobierno, no le quedó otra alternativa que dimitir. Las fuerzas prusianas ocuparon parte de la ciudad durante dos días y después se retiraron.
Thiers había prometido a los Rurales de la Asamblea restaurar la monarquía. Su tarea inmediata era poner fin a la situación de "doble poder" en París. Los cañones bajo la dirección de la Guardia Nacional, y en particular los de Montmartre, posición desde la que se dominaba la ciudad, eran toda una amenaza a la "ley y el orden" capitalistas. A las 3 de la madrugada del 18 de marzo, el gobierno envío a 20.000 soldados regulares a tomar estos cañones que estaban al mando del general Lecomte. Los tomaron sin apenas dificultad. Sin embargo, la expedición partió sin tener en cuenta la necesidad de llevar los medios necesarios para transportar los cañones. A las 7 de la madrugada todavía no habían llegado los aparejos. Las tropas se encontraron rodeadas por una multitud de trabajadores incluidos mujeres y niños, en ese momento entró en acción la Guardia Nacional. La multitud desarmada, los Guardias Nacionales y los hombres de Lacomte se lanzaron acusaciones mútuas en medio de una densa reunión. Algunos soldados empezaron a confraternizar con los Guardias Nacionales. Lecomte ordenó a sus hombres disparar a la multitud. Nadie disparó. Los soldados y los guardias nacionales se aplaudían mutuamente y se abrazaban. A parte de un breve intercambio de fuego en la plaza Pigalle, el ejército se desmoronó ante los Guardias Nacionales sin ofrecer la menor resistencia. Lecomte y Clément Thomas, el ex comandante de la Guardia Nacional que había disparado a los trabajadores en 1848, fueron arrestados. Soldados furiosos les ejecutaron poco después.
Thiers no había previsto la deserción de sus tropas. Presa del pánico, huyó de París y ordenó al ejército y a los servicios civiles abandonar la ciudad y los fuertes circundantes. Quería salvar lo que quedaba del ejército y evitar el contagio del París revolucionario.
El viejo aparato del Estado estaba fuera de juego y la Guardia Nacional tomó los puntos estratégicos de la ciudad sin encontrar ninguna resistencia. El día 18 por la tarde, se formó un nuevo gobierno revolucionario basado en el poder armado de la Guardia Nacional.


Gobierno Revolucionario
La primera disyuntiva a la que se enfrentó el Comité Central fue qué hacer con el poder. ¡No tenían "mandato legal" para gobernar! Después de mucha discusión, estuvieron de acuerdo en quedarse en el Hôtel de Ville durante "unos cuantos días" durante los cuales se organizarían elecciones municipales (comunales). Al grito de "¡viva la Comuna!" los miembros del Comité Central expresaban el deseo de delegar el poder cuanto antes. La cuestión inmediata sobre la que decidir era qué hacer con Thiers y el ejército, en retirada hacia Versalles. Eudes y Duval propusieron que la Guardia Nacional les persiguiera para acabar con lo que quedaba de las fuerzas de Thiers. Sus llamamientos cayeron en saco roto. La mayoría del Comité Central eran hombres muy moderados, sin el temperamento ni las ideas necesarias para las tareas que les había impuesto la historia.
El Comité Central inició las negociaciones con los antiguos alcaldes y con varios "conciliadores" para fijar la fecha de las elecciones. Esto centró su atención hasta que finalmente se celebraron el 26 de marzo. Thiers utilizó este valioso tiempo. Comenzó una campaña de propaganda y mentiras contra París, dirigida a las provincias, y, con la ayuda de Bismarck, reforzó la cantidad de armas, de soldados y de moral para preparar un nuevo ataque sobre París.
La recién elegida Comuna sustituyó la dirección de la Guardia Nacional por un gobierno oficial del París revolucionario. El gobierno estaba formado por personas relacionadas con el movimiento revolucionario de una u otra forma. La mayoría se podrían describir como "republicanos de izquierda", empapados de la nostalgia idealizada del régimen jacobino de la Revolución Francesa. De sus 90 miembros, 25 eran trabajadores, 13 pertenecían al Comité Central de la Guardia Nacional y 15 a la Asociación Internacional de Trabajadores. Los blanquistas, hombres enérgicos siempre dispuestos a medidas extremas y dramáticas pero con ideas políticas muy vagas, y los internacionalistas eran una cuarta parte de la Comuna. El propio Blanqui estaba en una prisión provincial. Los pocos miembros electos abandonaron sus puestos con distintos pretextos. Otros fueron arrestados cuando se descubrieron sus nombres en los archivos de la policía y fueron identificados como antiguos espías del régimen imperial.
Construyendo una nueva sociedad
La Comuna eliminó todos los privilegios de los funcionarios estatales, congeló los alquileres, los talleres abandonados pasaron a estar controlados por los trabajadores, aprobó medidas para limitar el trabajo nocturno, garantizar la subsistencia de los pobres y los enfermos. La Comuna declaró que su objetivo era poner fin a "la anarquía y la competencia ruinosa entre los trabajadores por el beneficio de los capitalistas" y la "diseminación de los ideales socialistas". La Guardia Nacional estaba abierta a toda la población y organizada, como ya hemos visto, en líneas estrictamente democráticas. Se ilegalizaron los ejércitos "separados y aparte del pueblo". Se requisaron los edificios públicos para aquellos que no tenían un techo bajo el que cobijarse. La educación pública era para todos, lo mismo ocurría con los teatros, los centros de cultura y aprendizaje. A los trabajadores extranjeros se les trataba como hermanos y hermanas, como soldados de la "república universal del trabajo internacional". Se celebraban reuniones día y noche, en ellas miles de hombres y mujeres normales debatían sobre todos y cada uno de los aspectos de la vida social y sobre cómo organizar la sociedad en interés del bien común.
El carácter social y político de esa sociedad, que poco a poco tomaba forma bajo el escudo de la Guardia Nacional y la Comuna, era incuestionablemente socialista. La ausencia de cualquier precedente histórico, la ausencia de una dirección y un programa claro, combinado con la dislocación social y económica de una ciudad asediada, necesariamente suponía que los trabajadores caminasen a tientas a la hora de ocuparse de los requerimientos concretos que implicaba la organización de la nueva sociedad. Se ha escrito mucho sobre la incoherencia, la pérdida de tiempo y energía, sobre los errores del pueblo parisino en las diez semanas que estuvo en el poder dentro de los muros de una ciudad asediada. La mayoría son verdad. Los comuneros cometieron muchos errores. Marx y Engels fueron muy críticos con los comuneros por no tomar el control del Banco de Francia, que seguía pagando millones de francos a Thiers para armarse contra París. Sin embargo, la mayoría de las iniciativas importantes tomadas por los trabajadores apuntaban en dirección a la completa emancipación social y económica de la población asalariada como clase. Ante todo, a la Comuna le faltó tiempo. El camino hacia el socialismo fue cortado por el regreso del ejército de Versalles y el terrible baño de sangre que puso fin a la Comuna.


El Aplastamiento de la Comuna
Sin duda, la Comuna subestimó la amenaza que representaba Versalles, ni intentó atacar ni tampoco se preparó seriamente para su defensa. A partir del 27 de marzo comenzaron los intercambios ocasionales de disparos entre las posiciones del ejército de Versalles y las murallas que rodeaban París. El 2 de abril, un destacamento de comuneros que se dirigía a Courbevoie fue atacado y tuvo que regresar. Los prisioneros capturados por las fuerzas de Thiers fueron fusilados. Al día siguiente, debido a la presión de la Guardia Nacional, la Comuna lanzó una ofensiva contra Versalles. Sin embargo, a pesar del entusiasmo de los batallones de comuneros, éstos carecían de preparación política y militar serias —se pensaba claramente que, como el 18 de marzo, el ejército de Versalles se pasaría a la Comuna al ver la Guardia Nacional— lo que les condenó al fracaso.
Esta derrota no sólo provocó muertes y heridos entre ellos Flourens y Duval, asesinados cuando fueron capturados por el ejército de Versalles, el optimismo fatalista de las primeras semanas dio lugar a un sentimiento de peligro inminente y derrota, lo que acentuó las divisiones y la rivalidad entre los mandos militares.
El ejército de Versalles entró en París el 21 de mayo de 1871. En el Hôtel de la Ville, los comuneros no consiguieron organizar una estrategia militar seria, y ahora, en el momento decisivo, la Comuna sencillamente dejó de existir, dejando toda la responsabilidad en manos del ineficaz Comité de Seguridad Pública, completamente ineficaz. A los Guardias Nacionales se les permitió ir a luchar a sus localidades; esta decisión junto con la ausencia de un mando centralizado, impidió el aglutinamiento de una fuerza comunera seria capaz de ofrecer resistencia al empuje de las tropas de Versalles. Los comuneros lucharon con tremendo valor y finalmente el 28 de mayo fueron derrotados. Las fuerzas de Thiers provocaron una terrible carnicería en la que murieron más de 30.000 hombres, mujeres y niños, en las semanas siguientes asesinaron aproximadamente a otras 20.000 personas. Los escuadrones de fusilamiento continuaron trabajando durante el mes de junio, asesinando a todo aquel sospechoso de haber cooperado con la Comuna.
Marx y Engels siguieron de cerca los acontecimientos de la Comuna y sacaron muchas lecciones del primer intento de construir un Estado obrero. Sus conclusiones se pueden encontrar en los escritos publicados bajo el título La guerra civil en Francia con una notable introducción de Engels. Antes del 18 de marzo declararon que, debido a las circunstancias desfavorables, la toma del poder representaba "una locura desesperada". Sin embargo, los acontecimientos del 18 de marzo pusieron el poder en manos de los trabajadores. De forma abrupta, la clase obrera de París no sólo tuvo que luchar por mejoras inmediatas, sino por una "república universal" que pusiera fin a la explotación, a las divisiones de clase, al militarismo reaccionario y a los antagonismos sociales. En la Francia moderna, como en todos los países industrializados del mundo, las condiciones materiales para la consecución de estos grandes objetivos hoy son incomparablemente más favorables que en 1871. Ahora nuestro deber es crear una base firme para conseguir la sociedad por la que lucharon y murieron los hombres y mujeres de la Comuna.


Fuente: El Militante; Vocero Marxista del PSUV

martes, 18 de marzo de 2008

¿Por qué Socialismo?

Por: Albert Einstein (1949)
¿Debe quién no es un experto en cuestiones económicas y sociales opinar sobre el socialismo? Por una serie de razones creo que si.
Permítasenos primero considerar la cuestión desde el punto de vista del conocimiento científico. Puede parecer que no hay diferencias metodológicas esenciales entre la astronomía y la economía: los científicos en ambos campos procuran descubrir leyes de aceptabilidad general para un grupo circunscrito de fenómenos para hacer la interconexión de estos fenómenos tan claramente comprensible como sea posible. Pero en realidad estas diferencias metodológicas existen. El descubrimiento de leyes generales en el campo de la economía es difícil por que la observación de fenómenos económicos es afectada a menudo por muchos factores que son difícilmente evaluables por separado. Además, la experiencia que se ha acumulado desde el principio del llamado período civilizado de la historia humana --como es bien sabido-- ha sido influida y limitada en gran parte por causas que no son de ninguna manera exclusivamente económicas en su origen. Por ejemplo, la mayoría de los grandes estados de la historia debieron su existencia a la conquista. Los pueblos conquistadores se establecieron, legal y económicamente, como la clase privilegiada del país conquistado. Se aseguraron para sí mismos el monopolio de la propiedad de la tierra y designaron un sacerdocio de entre sus propias filas. Los sacerdotes, con el control de la educación, hicieron de la división de la sociedad en clases una institución permanente y crearon un sistema de valores por el cual la gente estaba a partir de entonces, en gran medida de forma inconsciente, dirigida en su comportamiento social.
Pero la tradición histórica es, como se dice, de ayer; en ninguna parte hemos superado realmente lo que Thorstein Veblen llamó "la fase depredadora" del desarrollo humano. Los hechos económicos observables pertenecen a esa fase e incluso las leyes que podemos derivar de ellos no son aplicables a otras fases. Puesto que el verdadero propósito del socialismo es precisamente superar y avanzar más allá de la fase depredadora del desarrollo humano, la ciencia económica en su estado actual puede arrojar poca luz sobre la sociedad socialista del futuro.
En segundo lugar, el socialismo está guiado hacia un fin ético-social. La ciencia, sin embargo, no puede establecer fines e, incluso menos, inculcarlos en los seres humanos; la ciencia puede proveer los medios con los que lograr ciertos fines. Pero los fines por si mismos son concebidos por personas con altos ideales éticos y --si estos fines no son endebles, sino vitales y vigorosos-- son adoptados y llevados adelante por muchos seres humanos quienes, de forma semi-inconsciente, determinan la evolución lenta de la sociedad.
Por estas razones, no debemos sobrestimar la ciencia y los métodos científicos cuando se trata de problemas humanos; y no debemos asumir que los expertos son los únicos que tienen derecho a expresarse en las cuestiones que afectan a la organización de la sociedad. Muchas voces han afirmado desde hace tiempo que la sociedad humana está pasando por una crisis, que su estabilidad ha sido gravemente dañada. Es característico de tal situación que los individuos se sienten indiferentes o incluso hostiles hacia el grupo, pequeño o grande, al que pertenecen. Como ilustración, déjenme recordar aquí una experiencia personal. Discutí recientemente con un hombre inteligente y bien dispuesto la amenaza de otra guerra, que en mi opinión pondría en peligro seriamente la existencia de la humanidad, y subrayé que solamente una organización supranacional ofrecería protección frente a ese peligro. Frente a eso mi visitante, muy calmado y tranquilo, me dijo: "¿porqué se opone usted tan profundamente a la desaparición de la raza humana?"
Estoy seguro que hace tan sólo un siglo nadie habría hecho tan ligeramente una declaración de esta clase. Es la declaración de un hombre que se ha esforzado inútilmente en lograr un equilibrio interior y que tiene más o menos perdida la esperanza de conseguirlo. Es la expresión de la soledad dolorosa y del aislamiento que mucha gente está sufriendo en la actualidad. ¿Cuál es la causa? ¿Hay una salida?
Es fácil plantear estas preguntas, pero difícil contestarlas con seguridad. Debo intentarlo, sin embargo, lo mejor que pueda, aunque soy muy consciente del hecho de que nuestros sentimientos y esfuerzos son a menudo contradictorios y obscuros y que no pueden expresarse en fórmulas fáciles y simples.
El hombre es, a la vez, un ser solitario y un ser social. Como ser solitario, procura proteger su propia existencia y la de los que estén más cercanos a él, para satisfacer sus deseos personales, y para desarrollar sus capacidades naturales. Como ser social, intenta ganar el reconocimiento y el afecto de sus compañeros humanos, para compartir sus placeres, para confortarlos en sus dolores, y para mejorar sus condiciones de vida. Solamente la existencia de éstos diferentes, y frecuentemente contradictorios objetivos por el carácter especial del hombre, y su combinación específica determina el grado con el cual un individuo puede alcanzar un equilibrio interno y puede contribuir al bienestar de la sociedad. Es muy posible que la fuerza relativa de estas dos pulsiones esté, en lo fundamental, fijada hereditariamente. Pero la personalidad que finalmente emerge está determinada en gran parte por el ambiente en el cual un hombre se encuentra durante su desarrollo, por la estructura de la sociedad en la que crece, por la tradición de esa sociedad, y por su valoración de los tipos particulares de comportamiento. El concepto abstracto "sociedad" significa para el ser humano individual la suma total de sus relaciones directas e indirectas con sus contemporáneos y con todas las personas de generaciones anteriores. El individuo puede pensar, sentirse, esforzarse, y trabajar por si mismo; pero él depende tanto de la sociedad -en su existencia física, intelectual, y emocional- que es imposible concebirlo, o entenderlo, fuera del marco de la sociedad. Es la "sociedad" la que provee al hombre de alimento, hogar, herramientas de trabajo, lenguaje, formas de pensamiento, y la mayoría del contenido de su pensamiento; su vida es posible por el trabajo y las realizaciones de los muchos millones en el pasado y en el presente que se ocultan detrás de la pequeña palabra "sociedad".
Es evidente, por lo tanto, que la dependencia del individuo de la sociedad es un hecho que no puede ser suprimido -- exactamente como en el caso de las hormigas y de las abejas. Sin embargo, mientras que la vida de las hormigas y de las abejas está fijada con rigidez en el más pequeño detalle, los instintos hereditarios, el patrón social y las correlaciones de los seres humanos son muy susceptibles de cambio. La memoria, la capacidad de hacer combinaciones, el regalo de la comunicación oral ha hecho posible progresos entre los seres humanos que son dictados por necesidades biológicas. Tales progresos se manifiestan en tradiciones, instituciones, y organizaciones; en la literatura; en las realizaciones científicas e ingenieriles; en las obras de arte. Esto explica que, en cierto sentido, el hombre puede influir en su vida y que puede jugar un papel en este proceso el pensamiento consciente y los deseos.
El hombre adquiere en el nacimiento, de forma hereditaria, una constitución biológica que debemos considerar fija e inalterable, incluyendo los impulsos naturales que son característicos de la especie humana. Además, durante su vida, adquiere una constitución cultural que adopta de la sociedad con la comunicación y a través de muchas otras clases de influencia. Es esta constitución cultural la que, con el paso del tiempo, puede cambiar y la que determina en un grado muy importante la relación entre el individuo y la sociedad como la antropología moderna nos ha enseñado, con la investigación comparativa de las llamadas culturas primitivas, que el comportamiento social de seres humanos puede diferenciar grandemente, dependiendo de patrones culturales que prevalecen y de los tipos de organización que predominan en la sociedad. Es en esto en lo que los que se están esforzando en mejorar la suerte del hombre pueden basar sus esperanzas: los seres humanos no están condenados, por su constitución biológica, a aniquilarse o a estar a la merced de un destino cruel, infligido por ellos mismos.
Si nos preguntamos cómo la estructura de la sociedad y de la actitud cultural del hombre deben ser cambiadas para hacer la vida humana tan satisfactoria como sea posible, debemos ser constantemente conscientes del hecho de que hay ciertas condiciones que no podemos modificar. Como mencioné antes, la naturaleza biológica del hombre es, para todos los efectos prácticos, inmodificable. Además, los progresos tecnológicos y demográficos de los últimos siglos han creado condiciones que están aquí para quedarse. En poblaciones relativamente densas asentadas con bienes que son imprescindibles para su existencia continuada, una división del trabajo extrema y un aparato altamente productivo son absolutamente necesarios. Los tiempos -- que, mirando hacia atrás, parecen tan idílicos -- en los que individuos o grupos relativamente pequeños podían ser totalmente autosuficientes se han ido para siempre. Es sólo una leve exageración decir que la humanidad ahora constituye incluso una comunidad planetaria de producción y consumo.
Ahora he alcanzado el punto donde puedo indicar brevemente lo que para mí constituye la esencia de la crisis de nuestro tiempo. Se refiere a la relación del individuo con la sociedad. El individuo es más consciente que nunca de su dependencia de sociedad. Pero él no ve la dependencia como un hecho positivo, como un lazo orgánico, como una fuerza protectora, sino como algo que amenaza sus derechos naturales, o incluso su existencia económica. Por otra parte, su posición en la sociedad es tal que sus pulsiones egoístas se están acentuando constantemente, mientras que sus pulsiones sociales, que son por naturaleza más débiles, se deterioran progresivamente. Todos los seres humanos, cualquiera que sea su posición en la sociedad, están sufriendo este proceso de deterioro. Los presos a sabiendas de su propio egoísmo, se sienten inseguros, solos, y privados del disfrute ingenuo, simple, y sencillo de la vida. El hombre sólo puede encontrar sentido a su vida, corta y arriesgada como es, dedicándose a la sociedad.
La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal. Vemos ante nosotros a una comunidad enorme de productores que se están esforzando incesantemente privándose de los frutos de su trabajo colectivo -- no por la fuerza, sino en general en conformidad fiel con reglas legalmente establecidas. A este respecto, es importante señalar que los medios de producción --es decir, la capacidad productiva entera que es necesaria para producir bienes de consumo tanto como capital adicional-- puede legalmente ser, y en su mayor parte es, propiedad privada de particulares.
En aras de la simplicidad, en la discusión que sigue llamaré "trabajadores" a todos los que no compartan la propiedad de los medios de producción -- aunque esto no corresponda al uso habitual del término. Los propietarios de los medios de producción están en posición de comprar la fuerza de trabajo del trabajador. Usando los medios de producción, el trabajador produce nuevos bienes que se convierten en propiedad del capitalista. El punto esencial en este proceso es la relación entre lo que produce el trabajador y lo que le es pagado, ambos medidos en valor real. En cuanto que el contrato de trabajo es "libre", lo que el trabajador recibe está determinado no por el valor real de los bienes que produce, sino por sus necesidades mínimas y por la demanda de los capitalistas de fuerza de trabajo en relación con el número de trabajadores compitiendo por trabajar. Es importante entender que incluso en teoría el salario del trabajador no está determinado por el valor de su producto.
El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de unidades de producción más grandes a expensas de las más pequeñas. El resultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática. Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados quienes, para todos los propósitos prácticos, separan al electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población. Por otra parte, bajo las condiciones existentes, los capitalistas privados inevitablemente controlan, directamente o indirectamente, las fuentes principales de información (prensa, radio, educación). Es así extremadamente difícil, y de hecho en la mayoría de los casos absolutamente imposible, para el ciudadano individual obtener conclusiones objetivas y hacer un uso inteligente de sus derechos políticos.
La situación que prevalece en una economía basada en la propiedad privada del capital está así caracterizada en lo principal: primero, los medios de la producción (capital) son poseídos de forma privada y los propietarios disponen de ellos como lo consideran oportuno; en segundo lugar, el contrato de trabajo es libre. Por supuesto, no existe una sociedad capitalista pura en este sentido. En particular, debe notarse que los trabajadores, a través de luchas políticas largas y amargas, han tenido éxito en asegurar una forma algo mejorada de "contrato de trabajo libre" para ciertas categorías de trabajadores. Pero tomada en su conjunto, la economía actual no se diferencia mucho de capitalismo "puro". La producción está orientada hacia el beneficio, no hacia el uso. No está garantizado que todos los que tienen capacidad y quieran trabajar puedan encontrar empleo; existe casi siempre un "ejército de parados". El trabajador está constantemente atemorizado con perder su trabajo. Desde que parados y trabajadores mal pagados no proporcionan un mercado rentable, la producción de los bienes de consumo está restringida, y la consecuencia es una gran privación. El progreso tecnológico produce con frecuencia más desempleo en vez de facilitar la carga del trabajo para todos. La motivación del beneficio, conjuntamente con la competencia entre capitalistas, es responsable de una inestabilidad en la acumulación y en la utilización del capital que conduce a depresiones cada vez más severas. La competencia ilimitada conduce a un desperdicio enorme de trabajo, y a ése amputar la conciencia social de los individuos que mencioné antes.
Considero esta mutilación de los individuos el peor mal del capitalismo. Nuestro sistema educativo entero sufre de este mal. Se inculca una actitud competitiva exagerada al estudiante, que es entrenado para adorar el éxito codicioso como preparación para su carrera futura.
Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males, el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales. En una economía así, los medios de producción son poseídos por la sociedad y utilizados de una forma planificada. Una economía planificada que ajuste la producción a las necesidades de la comunidad, distribuiría el trabajo a realizar entre todos los capacitados para trabajar y garantizaría un sustento a cada hombre, mujer, y niño. La educación del individuo, además de promover sus propias capacidades naturales, procuraría desarrollar en él un sentido de la responsabilidad para sus compañeros-hombres en lugar de la glorificación del poder y del éxito que se da en nuestra sociedad actual.
Sin embargo, es necesario recordar que una economía planificada no es todavía socialismo. Una economía planificada puede estar acompañada de la completa esclavitud del individuo. La realización del socialismo requiere solucionar algunos problemas sociopolíticos extremadamente difíciles: ¿cómo es posible, con una centralización de gran envergadura del poder político y económico, evitar que la burocracia llegue a ser todopoderosa y arrogante? ¿Cómo pueden estar protegidos los derechos del individuo y cómo asegurar un contrapeso democrático al poder de la burocracia?

La Política Cultural de la CIA

Autor: Luis Brito Garcia

Analitica.com.-En mi juventud resumí toda la crítica cinematográfica en una sola máxima: película en la que actúa Kojak, es mala. El Pensamiento Único postula un apotegma de superficialidad equiparable: arte comprometido no es arte.

La paranoica serie televisiva Expedientes X presenta agentes secretos que desempolvan legajos sobre mutantes, telépatas y extraterrestres fantaseados. La acuciosa Frances Saunders investiga sobre monstruos acaso más sorprendentes, pero desoladoramente reales.
En el expediente sobre instituciones, por ejemplo, revela Saunders que la CIA se sirvió de las fundaciones Ford y Rockefeller, así como del
Museo de Arte Moderno (MOMA), para financiar en forma selectiva el apoliticismo militante y el artepurismo complaciente. A través del MOMA manejó la avasalladora imposición del expresionismo abstracto, al cual Nelson Rockefeller, cofundador de dicho museo, bautizó como «la pintura de la libre empresa», sin parar mientes en que el abstraccionismo fue inventado por los constructivistas soviéticos.
En el expediente sobre medios, verifica Sanders que para la CIA la libertad de prensa es la de comprar publicaciones mediante subsidios encubiertos. Según testimonios de Tom Braden, quien dirigía la División de Organizaciones Internacionales de la CIA, ésta financió una «burbuja literaria» de publicaciones de la izquierda democrática tales como Encounter, New Leader y la Partisan Review, al extremo de que «un agente se convirtió en director de Encounter». Resultado: la sistemática censura de las críticas hacia la política estadounidense, como la aplicada contra el escritor anarquista Dwight MacDonald.
Y ya que hablamos de corrupción, el libro de Saunders supera los videos de Montesinos cuando menciona nombres. Entre los receptores de fondos de la CIA: Hannah Arendt, Daniel Bell, Isaiah Berlin, Mary McCarty, Sydney Hook, Irving Kristoll, Melvin Lasky, Stephen Spender. Todos eran útiles: según Saunders, «se esperaba que los individuos y las instituciones subvencionadas por la CIA actuaran como parte... de una guerra de propaganda». Ninguno era tonto. Conforme remacha el vitriólico Tom Braden, todos debían saber quién pagaba sus honorarios.
Particular devoción mostraba la CIA hacia los conversos. Quien regresaba de un país socialista o de las filas de la izquierda dándose golpes de pecho experimentaba un manipulado auge de las ediciones, las reseñas, las campañas publicitarias. Entre los así promocionados —no necesariamente compradosÒ reseña Saunders a André Gide, Ignacio Silone, Raymond Aron, Arthur Koestler, George Orwell... Nos preguntamos si mecanismos similares auspiciaron la boga de los hoy casi olvidados Jan Valtin, Boris Pasternak y Jerzy Kosinsky.
En aguda reseña sobre La CIA y la guerra cultural, James Petras destaca que aquella funcionaba como atareadísima agencia de espectáculos que promovía en Europa los fastuosos Congresos por la Libertad de la Cultura donde disertaba Czeslow Milosz, así como piezas teatrales, ballets y óperas. Se privilegiaba la presentación de artistas de color, como Louis Armstrong o Marian Anderson, para disimular la política racista estadounidense. Si la criticaban explícitamente, se los excluía, como al escritor Richard Wright. En tan congestionada agenda la agencia se reservaba tiempo para sabotear la propuesta del Nóbel para Neruda en 1964.
Entérese usted: durante las últimas cinco décadas se peleó una guerra cultural sucia con tropa de intelectuales exquisitos dirigida por oficialidad de esbirros. El hijo de este contubernio es el Pensamiento Único. La mayor de sus victorias es quizá la de que estos hechos sigan siendo tan universal e intencionadamente ignorados.

CANTACLARO AL SERVICIO DE LA REVOLUCION

CARA DE VIDRIO: La Navidad Consume Hasta Morir