viernes, 29 de febrero de 2008

No olvidaremos "El Barcelonazo"


“… Estos hechos parecerán a muchos naturales y a otros, por el contrario, inverosímiles. Pero, después de todo, un cronista no puede tener en cuenta esas contradicciones. Su misión es únicamente decir: ‘Esto pasó’, cuando sabe que pasó en efecto, que interesó la vida de todo un pueblo y que por lo tanto hay miles de testigos que en el fondo de su corazón sabrán estimar la verdad de lo que dice”.
Albert Camus - “La Peste”


Por: Ángel Cristóbal Colmenares E.

El 5 de marzo de 1960 llega Rómulo Betancourt al Campo de Carabobo en compañía de Rafael Caldera; de Víctor Jiménez Landínez, copeyano Ministro de Agricultura; de Raúl Leoni, presidente del Congreso; de Ramón Quijada, presidente de la Federación Campesina, y de Jóvito Villalba, socio de la coalición puntofijista. En el acto allí celebrado el señor Betancourt anunció una vez más la “independencia económica de Venezuela” y firmó la Ley de Reforma Agraria, informando que en los próximos cuatro años serían invertidos dos mil quinientos millones de bolívares para “transformar la hoy agraria faz de nuestro medio rural en un espectáculo al par provisor y conmovedor de un pueblo campesino alegre…”La realidad fue muy distinta, pues tras los discursos se ocultaba un gran negocio que hizo a los latifundistas más poderosos, a muchos intermediarios de los partidos del gobierno muy ricos y a los campesinos llenó de miseria y abandono, tanto que para 1963 había más de cuatrocientas mil familias por debajo del límite de sobrevivencia, la llamada Reforma Agraria era considerada oficialmente un fracaso y bajo el gobierno de Raúl Leoni fue designada una Comisión (¡de terratenientes!) para que analizara las causas del fracaso y sugiriera medidas para relanzar la reforma.Recordemos que apenas dos años antes de la promulgación de aquella Ley de Reforma Agraria el gobierno de Marcos Pérez Jiménez había sido depuesto y aun quedaban muchos de sus partidarios, civiles y militares, adelantando políticas en diversos medios sociales. Una de sus organizaciones era la Cámara Agrícola de Venezuela, que de acuerdo a la óptica de los adecos era un ejército irregular mientras los dirigentes de esa Cámara (Carlos Savelli Maldonado, José Sabino, Luis Alemán, López de Ceballos) se veían como transformadores del agro venezolano.Lo cierto es que el gobierno les reprime con fuerza y los de la Cámara son señalados como conspiradores y perseguidos por los cuerpos represivos, especialmente por la Dirección General de Policía (DIGEPOL). En uno de esos ataques, adelantados por funcionarios de esa policía política, por efectivos de la policía estadal guariqueña y por miembros de las bandas armadas de AD contra la Seccional de “San Rafael de Laya” hubo enfrentamiento con miembros de la Cámara Agrícola bajo la dirección de Rafael Jaramillo. De acuerdo a versiones de la época los adecos, sus policías y bandas armadas recibieron una buena paliza y los vehículos en que se desplazaban fueron quemados.Ello significó un recrudecimiento en la persecución, allanamiento de sus sedes, detención de sus miembros y los directivos de la Cámara decidieron entonces actuar por la vía de las armas señalando el 26 de junio de 1961 como fecha de un alzamiento que se originaría en la ciudad de Barcelona para extenderse a otras localidades y efectivamente tomaron el control de la ciudad y detuvieron a las autoridades, entre ellas el gobernador Rafael Solórzano Bruce y al Secretario de Política, Carlos Canache Mata, quienes fueron conducidos al Cuartel “Pedro María Freites”.La respuesta de otros componentes militares no se realizó y fue notable la falla de dos connotados oficiales: el comandante aviador Martín Parada, quien debía tomar un escuadrón volante para dar “el santo y seña” a varias guarniciones comprometidas, y el también comandante de la Guardia Nacional, Oscar Tamayo Suárez, a quien presuntamente habían prometido un bien armado batallón de esa fuerza en Maturín con excedente de equipo para dotar a otro contingente.De acuerdo a informaciones que luego circularon, el control del cuartel “Freites” fue retomado por los adecos allí detenidos con la colaboración de un cocinero de apellido Piña y de un subteniente de apellido Carrasquel, quien ordenó a la tropa abrir fuego contra los rebeldes resultando muertos: Celestino ZAPATA, Ángel Custodio MARTÍNEZ, Alfonso MARTÍNEZ IRAZÁBAL, Decio OLIVO, Fernando INGRASSIA, José SOSA, Narciso RIVAS MATA, Andrés RODRÍGUEZ, Miguel CLAVIER MATA, José ÁLVAREZ, Marcos SOSA SERRITIELLO, Leonardo CHACÍN, Abelardo YESBI, José REYES, Rosendo RADA ANTONINI, Andrés RODRÍGUEZ OLIVO, Gabriel JIMÉNEZ, Antonio PÁEZ, Pedro TRÍAS, Marcos URBINA y Adolfo DIBO.La Constitución de 1961, publicada en Gaceta Oficial 662 Extraordinario el 23 de enero de ese mismo año establecía, en su Capítulo III (Derechos Individuales): Artículo 58: El derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de muerte ni autoridad alguna aplicarla. El artículo 60, referido a libertad y seguridad personales, constaba de diez numerales. Y el artículo 69 señalaba que nadie podía ser juzgado sino por sus jueces naturales ni condenado a sufrir pena que no estuviere establecida por ley preexistente. Pero del grupo que tomó parte en el movimiento insurreccional, veintiuno fueron asesinados en el patio del cuartel “Pedro María Freites” de Barcelona, los sobrevivientes fueron víctimas de vejámenes y torturas y todos, incluyendo civiles, sometidos a jurisdicción de Tribunales Militares.Ninguno de ellos tuvo la opción de recibir beneficio de casa por prisión, todos fueron encarcelados en diferentes prisiones del país, incluyendo la Isla de Tacarigua, bautizada por los presos políticos como Campo de Concentración “Rafael Caldera”. Y sería un buen ejercicio para estudiantes de comunicación social y para muchos “periodistas” revisar hemerotecas y libros para que constaten tanto si los acontecimientos tuvieron lugar como el tratamiento que los medios dieron al caso y, no menos importante, si hubo participación de algún organismo nacional o extranjero en defensa de los derechos humanos violados. Por allí deben existir las fotografías del estado en que fueron dejados los cuerpos de los asesinados y también las de oficiales trasladados esposados a sus sitios de reclusión.Canache Mata (y allá lo demostró palpablemente) escribía en su agobiante prosa acerca de una “batalla campal” entre civiles a la postre muertos y soldados sin un rasguño, pero nunca pudo explicar ese misterio y lo máximo que le parió el cerebro fue que los soldados disparaban desde las ventanas de sus cuadras y protegidos por cascos. Como para matar de envidia a los libretistas de la serie “Combate”, que luego se haría famosa en la televisión y según la cual los soldados gringos eran valientes genios guerreros y los alemanes unos cobardes y pobres tarados que nunca daban pie con bola.A Tribunales Militares fueron los capitanes Rubén MASSÓ PERDOMO, Tesalio MURILLO FIERRO, José GABRIEL MARÍN y Enrique José OLAIZOLA; el mayor Luis Alberto VIVAS RAMÍREZ y los civiles José V. TRÍAS, Rafael ROA, Rafael VERA, Manuel MARTÍNEZ, Rafael TORREALBA, Juan de Dios REYES, Danilo MÉNDEZ, Rafael ESTANGA, Rachid VAHLIS, Carlos PARRA, Rafael PÉREZ, Oscar PARÉS, Pedro BELLO, Julio BOADA, Carlos QUIJADA, Alejandro TRÍAS y José Rafael SOTO.Durante el juicio se pudo saber que los autores materiales de los asesinatos habían sido los subtenientes Ramón DEVALOY CARRASQUEL y Luis BRANCHI RODRÍGUEZ y el Sargento Técnico de Segunda Luis José MOYA, quienes al parecer impartieron órdenes a los soldados de disparar contra los civiles y luego se escondieron en sus habitaciones. También se dijo que los tres efectivos militares se habían comprometido con los rebeldes para luego “saltar la talanquera”.Comparemos entonces aquellos hechos y los sucedidos en abril de 2002:En Barcelona, junio de 1961, se alzan en armas civiles y militares, quienes toman el control de la ciudad y un cuartel. Desde una emisora de radio leen comunicados explicando las razones de su acción y llaman al pueblo y a los militares a solidarizarse. En la operación de retoma son asesinados más de veinte ciudadanos a balazos y bayonetazos y el resto, heridos e ilesos, sometidos a maltratos y juicio militar. No hay garantías constitucionales pues el gobierno las mantenía suspendidas desde el día posterior a la aprobación de la Constitución, cuyo texto nunca fue conocido por el colectivo antes de su promulgación. Ninguno de los presos tiene oportunidad de gozar de beneficios de casa por cárcel. Quienes optaron por insurgir contra el gobierno asumieron sus posiciones --equivocadas o no-- y las responsabilidades de ellas derivadas.Esa era una “democracia”, a la cual nos pretenden volver los autores de esos crímenes y muchas de sus entonces víctimas, hoy sus socios y cómplices.En Caracas, abril de 2002, se alzan civiles y militares, quienes toman el control de Fuerte “Tiuna”, secuestran al presidente de la República, lo ruletean por diversos centros militares y finalmente lo llevan a la base naval de “La Orchila”. Las señales de radio y televisión estatal son sacadas del aire, la última luego del asalto que contra sus instalaciones efectuó el gobernador del Estado Miranda. Al día siguiente aparecen bien temprano en todos los canales comerciales los militares y civiles (muchos de ellos “periodistas”) golpistas celebrando su triunfo y por tres días las Policías Metropolitana, de Chacao, de Baruta y de Miranda someten al pueblo a una feroz persecución que cuesta muchos muertos y heridos. En la operación de retoma son apresados los golpistas, quienes de inmediato son puestos bajo protección del Poder Ciudadano y trasladados a sus casas de habitación. Ninguno es objeto de retaliación, mucho menos de agresiones físicas, y luego todos coinciden en que lo sucedido fue una sorpresa, no había plan previo, algunos iban a comprar kerosene y los llamaron de Miraflores o de Fuerte Tiuna para que se encargaran de la presidencia o de ministerios y posteriormente algunos de ellos huyeron valientemente al exterior. Y quienes se quedaron, amparados en una decisión judicial olorosa a dólares, siguen la fiesta en la Plaza de Altamira, declarada “Zona Liberada” y cuyo nombre varía de acuerdo con los humores de sus ocupantes. También son entrevistados en los canales de televisión, en la radio y en la prensa escrita, sin cuya cobertura no existieran para el resto del país. El régimen que tales cosas permite, surgido de unas elecciones y relegitimado en cuatro procesos referendarios, es calificado por los golpistas, sus curas, sus burócratas enquistados en el aparato estatal, sus medios propagandísticos y sus socios en el extranjero como una tiranía. Usted compare y juzgue.

KIN IL SUNG: Para mejorar el método y el estílo de trabajo de los cuadros

Extracto de "Sobre las tareas de las organizaciones del Partido"Discurso resumen pronunciado en un pleno del Comité del Partido Provincia de Piong-an de Sur, 7 de enero de 1960
En este pleno del Comité del Partido de la Provincia de Piong-an del Sur, caí en la cuenta de muchas cosas oyendo el informe del camarada presidente del comité provincial y las intervenciones de numerosos compañeros.
En particular, en el pleno me llegó a lo vivo que nuestros cuadros se valían para todo del método administrativo.
En el pasado, los imperialistas japoneses gobernaron al pueblo coreano con el "absolutismo policiaco", usándolo como el único método de dominación, y ordenaron todo por la vía administrativa.
Ya pasaron 15 años desde la liberación de nuestro país del yugo colonial del imperialismo japonés. Pero entre nuestros cuadros no ha desaparecido aún esa rutina de recurrir para todo al método administrativo. Hoy día este es el defecto principal en las actividades de nuestros cuadros.
Por método administrativo de trabajo se entiende aquel que se vale para el trabajo de órdenes, castigos y resoluciones. Es decir, gobernar por la fuerza de la autoridad.
La batalla por la construcción del socialismo y el comunismo es una lucha revolucionaria. Revolución fue tanto la Lucha Armada Antijaponesa que habíamos desplegado en el pasado como el establecimiento de los comités populares, la realización de la reforma agraria, la nacionalización de las industrias y la cooperativización agrícola después de la liberación; lo es asimismo, la batalla que libramos hoy contra los imperialistas norteamericanos.¿Para quién desplegamos la lucha revolucionaria? Para el bienestar de las masas populares. Es decir, se hace la revolución para construir el paraíso socialista y comunista en el que todos por igual puedan vivir felices, bien alimentados y vestidos y sin que haya privilegiados ni humillados.
La revolución no puede ser promovida sólo por la fuerza de una o dos personas. Es una obra de y para las masas populares. Por eso, a fin de que triunfe la revolución, son indispensable la participación de las amplias masas populares y su movilización por métodos políticos en la lucha revolucionaria.No digo, desde luego, que no se necesite en absoluto el método administrativo en la revolución. Por ejemplo, cuando se organicen las filas, si todo el mundo quiere ponerse al frente y no a la retaguardia, no se podrá lograr el objetivo. Entonces se precisará emplear el método administrativo, es decir, ordenar a fulano ponerse al frente, y a mengano a la retaguardia.
Además, puede haber personas que sean difíciles de educar, por más que lo intenten. A ellas habrá que domarlas por el método administrativo, que no es, pues, del todo innecesario.
Pero este método no pasa de ser un medio en el trabajo revolucionario, y nunca puede ser recurso omnipotente.
No obstante, en la actualidad nuestros cuadros lo aplican en todos los trabajos como si fuera una panacea. Esto es algo suma mente erróneo.
Para movilizar en la revolución una multitud de gentes, que pueden ser heterogéneas, es preciso concienciar y guiar a todas ellas sin excepción. Concientizar a las personas significa conducirlas por el camino de la revolución.Como decimos siempre, para despertar la conciencia de los hombres es necesario dar prioridad a la labor política. Tenemos que aplicar este método en cualquier trabajo.
Dar prioridad a la labor política significa inspirar a los hombres al cumplimiento de las tareas revolucionarias dándoles a conocer bien su objetivo, su significación y el método para cumplirlas, de modo que se movilicen a conciencia.
Por ejemplo, si este año se quiere realizar la mecanización en el campo, hay que explicar su necesidad, sus ventajas y su método, así como quién debe ir al frente. De este modo, se debe lograr que las gentes tomen parte activa en la lucha por la mecanización del agro con la decisión de terminarla sin falta porque es una tarea muy importante y necesaria.
El objetivo de estas reuniones que han durado unos días, consiste también en dar a conocer qué errores se cometieron en el cumplimiento del plan de la economía nacional del año pasado, cómo trabajar para corregirlos y cumplir exitosamente el de este año, de qué manera realizar la mecanización de la economía rural y cómo mejorar e intensificar la labor del comité popular. Así pues, este pleno no es una reunión administrativa sino una reunión y una labor política, destinada a despertar y movilizar a todos. Huelga decir que precisamente para dar prioridad a la labor política, no se deben celebrar reuniones con frecuencia.
Los métodos de la labor política son diversos: la reunión, la conservación, la conferencia, la explicación por el periódico, etc.
Hoy entre nuestros cuadros hay no pocos que no trabajan dando prioridad a la labor política sino, únicamente, a la administrativa. Hasta los cuadros partidarios se valen de este método. Como resultado, la labor del Partido va conviertiéndose en un quehacer administrativo.
Hay cuadros partidarios que no educan a los militantes, sino que los sancionan o califican de personas de mala fe por el menor error que cometan, aduciendo su origen social y otras cosas. Este es un estilo de trabajo perjudicial que separa al Partido de las masas populares.
Los coreanos tiene muchos residuos de la ideología del imperialismo japonés porque vivieron bajo su dominación colonial. Entre ellos están los que para ganarse el sustento sirvieron en sus organizaciones como empleados, profesores u obreros. Al fundar el Partido, inmediatamente después de la liberación, tuvimos en cuenta esta situación. Debemos, pues, agrupar a todos, excepto a un reducido número de elementos projaponeses y contrarrevolucionarios que, como lacayos de los imperialistas nipones, se opusieron a la revolución y asesinaron a compatriotas.
Por supuesto que entre los militantes puede haber rezagados. Si no fuera así, el trabajo educativo del Partido sería innecesario. Pero, en efecto los hay y es por eso que realizamos el trabajo de educarlos para transformarlos y movilizarlos a la revolución.
Lo principal del trabajo del Partido ha de ser la educación.
La organización del Partido es como una madre para sus miembros, y éstos son como sus hijos. ¡Y cuánto no se esfuerza una madre para que sus hijos no se perviertan! Entre ellos puede haber uno de carácter impetuoso, otro muy revoltoso, otro de buen corazón y otro de mala conducta. Pero la madre los ama y educa por igual. Se preocupa siempre por si tienen hambre o frío, les aconseja de antemano para que no caigan en el vicio y, cuando cometen un error, sintiéndose afligida, los reprende rigurosamente y los educa. Así la madre ama a sus hijos con toda las fibras de su ser. Por eso no hay hijo que aborrezca a su madre.
Nuestros cuadros partidarios deben amar a los militantes, como una madre ama a sus hijos. En este caso, amar es educar. No puede existir el amor separado de la educación.
Los presidentes de los comités de distrito o comuna del Partido deben conocer bien a los militantes y educarlos constantemente conforme a sus condiciones individuales, previniendo hasta los errores en que puedan incurrir.
Nuestra experiencia demuestra que si los cuadros responsables conocen bien a los militantes, los aman y los guían bien de acuerdo a sus características, no fracasan en ningún trabajo.
Lo mismo ocurrió cuando librábamos la Lucha Armada Antijaponesa: si los jefes amaban y guiaban minuciosamente a sus soldados, marchaba bien el trabajo; en caso contrario, no lograban éxitos.
En el caso, por ejemplo, de enviar un grupo de exploradores, el comandante les daba indicaciones minuciosas sobre un mapa: si pasan tal monte aparecerá un camino del que deben cuidarse al cruzar porque pueden estar emboscados los japoneses; en tal otro lugar hay una aldea donde es probable que existan espías, y por eso deben andar con ojo avizor; si se les pregunta algo, contesten de tal modo, etc. Entonces los exploradores regresaban habiendo cumplido sin falta la misión. Pero si el comandante no les daba indicaciones concretas, sino, únicamente, la tarea de reconocer cierto objetivo en tal lugar, entonces irremediablemente cometían algún error o regresaban fracasados.El presidente del comité del distrito o la comuna del Partido, al asignar tareas a los militantes, debe explicarlas detalladamente. Todo esto forma parte de la educación. Ella no se limita a la que se imparte en la escuela o en el centro de cursillos.Pero en la actualidad algunos cuadros no educan ni cuidan a los militantes, y, cuando éstos cometen errores, los reprenden y tratan de castigarlos. No hay que proceder así.Nuestros militantes son compañeros revolucionarios que se han unido en un solo haz durante 15 años, desde la liberación hasta la fecha, a través de las duras batallas por la transformación de la naturaleza y la sociedad y los sangrientos combates contra nuestros enemigos. Participaron unánimemente, a raíz de la liberación, en la lucha por establecer el Poder popular, efectuar la reforma agraria, la nacionalización de las industrias y otras reformas democráticas; durante la Guerra de Liberación de la Patria combatieron, derramando su sangre, contra la invasión armada de los imperialistas yanquis, y después de ella lucharon por reconstruir sobre las ruinas las fábricas, empresas y viviendas, así como por organizar cooperativas agrícolas e implantar el régimen socialista. Los cuadros del Partido deben saber apreciar a estos compañeros revolucionarios, educarlos y agruparlos.Si una madre reprende y golpea a su hijo cada vez que lo ve, éste no podrá quererla aunque ella le haya dado a luz y criado. Pero la respetará y amará, sin excepción, si es que ella lo ama de corazón y corrige sus errores cariñosamente. Los trabajadores de nuestro Partido deben llevar a cabo sus actividades con afecto maternal.
Hay que consolidar la unidad y cohesión del Partido.
Este problema fue insistentemente subrayado en el Pleno de Diciembre de 1959 del Comité Central del Partido. Sólo fortaleciendo su unidad y cohesión podremos cumplir con éxito las inmensas tareas revolucionarias que enfrentamos.
Hasta hoy hemos llevado a cabo muchos trabajos, pero aún nos quedan muchos más por realizar. Los comunistas coreanos tienen ante sí las importantes tareas de fortalecer aún más la base material y técnica del socialismo, acelerando con energía la edificación socialista en el Norte de la República, reunificar la Patria y construir la sociedad socialista y comunista en toda Corea. Nuestras tareas son inmensas y nos restan muchas cumbres por vencer. Para conquistar las empinadas cimas del socialismo y la reunificación de la Patria debemos juntar, como un sólo hombre, a un millón de militantes y consolidar férreamente la unidad y cohesión del Partido.
Pero por consolidar esta unidad y cohesión no queremos que se descuide la lucha de clases ni la batalla ideológica en el Partido. Si no libramos la lucha ideológica, aparecerán en el Partido concepciones capitalistas y otras ideas nefastas. Debemos combatirlas duramente sin entrar en ningún compromiso.
En la sociedad socialista la lucha de clases asume dos formas. Una es la educación la otra la violencia. A los que sean susceptibles de educarse hay que transformarlos por este método, pero a los enemigos reacios a ello se les debe aplicar la violencia. Tenemos que expulsar del Partido a los elementos extraños que tratan de destruirlo desde dentro con sus ideas hostiles. Mas debemos confiar en los que incurren en errores en el curso del trabajo o tienen un pasado social y político complejo, y unirnos con ellos, educándolos y transformándolos.
Como dije a los trabajadores de la propaganda y agitación del Partido, durante la Lucha Armada Antijaponesa no tuvimos otra cosa en que apoyarnos que la unidad. Luchábamos confiando únicamente en la unidad y en la cohesión ideológica y volitiva de las filas revolucionarias.
Si los guerrilleros antijaponeses hubieran participado en la lucha revolucionaria por imposición ajena, probablemente habrían huido en los momentos difíciles. Pero, como eran revolucionarios que se unieron voluntariamente a la Guerrilla Antijaponesa con la decisión de combatir al imperialismo japonés, lucharon a riesgo de su vida confiándose y ayudándose mutuamente. Si entre ellos hubiera existido uno que no quisiera luchar juntos con nosotros, habría podido escapar con su fusil cuando le tocara el turno de guardia. Pero confiábamos firmemente en todos los soldados y luchábamos contra los enemigos y ayudándonos unos a otros. Esa confianza y unidad férrea con los camaradas revolucionarios nos permitieron lograr la victoria en los 15 años de lucha contra el imperialismo japonés. La experiencia de la Lucha Armada Antijaponesa nos muestra que sólo podemos triunfar en la lucha revolucionaria cuando confiamos, apreciamos y nos unimos a los camaradas.
Todos los que militan ahora en nuestro Partido han ingresado en él voluntariamente, aceptando su Programa y Estatutos, para construir el socialismo y el comunismo.
Si a raíz de la liberación, cuando fundamos el Partido, hubiéramos apartado a tal o cual persona poniéndole las más peregrinas condiciones, no habríamos logrado realizaciones tan grandes como las que vemos hoy. Si los militantes del Partido no nos hubiésemos unido y confiado mutuamente, no habríamos podido fundar el Poder popular, ni efectuar la reforma agraria, la nacionalización de las industrias y otras reformas democráticas, ni tampoco realizar hazañas tan notables como era rechazar la invasión armada de los imperialistas yanquis, rehabilitar sobre las cenizas la economía nacional destruida, y establecer el régimen socialista.
El poderío y la combatividad actuales de nuestro Partido se debe a su sólida unidad y cohesión y al firme aglutinamiento de todos los militantes en torno del Comité Central.
La historia de nuestro Partido es la de consolidación de su unidad y cohesión en medio de la lucha. Ustedes deben conocerla bien, lo mismo que su política.
En adelante debemos consolidar aún más esa unidad y cohesión. Es probable que los cuadros y los demás militantes cometan errores en el trabajo. En tales casos no se debe tolerarlos o pasarlos por alto, sino criticarlos a tiempo y corregirlos. Sin embargo, no está permitido castigarlos y expulsarlos del Partido así no más. Aunque hayan cometido errores, hay que seguir empleándolos, atenderlos y unirlos, educándolos y transformándolos.
El trabajo del Partido constituye, precisamente, una labor educativa y política. Las organizaciones partidarias tiene que educar y aconsejar a los cuadros y otros militantes y elevar sus capacidades políticas y prácticas para que todos ellos cumplan plenamente sus tareas revolucionarias.
Los cuadros de organismos administrativos y económicos, para no hablar ya de los trabajadores del Partido, no deben aferrarse exclusivamente al método administrativo sino realizar su labor políticamente. No es omnipotente la administración sino la política.
Actualmente, los cuadros de los organismos administrativos y económicos consideran que el trabajo político es de la incumbencia de los trabajadores del Partido, mientras que ellos deben realizar los quehaceres administrativos y económicos, y que por eso pueden trabajar de manera impositiva. Están equivocados. Tampoco ellos deben aplicar en su trabajo el método administrativo sino el político que consiste en adentrarse en las masas, divulgarles ampliamente la política del Partido, enseñarles la manera de ejecutarla y movilizarlas en su materialización.
En el ejército, antes de dar la órden de combate, el jefe informa a los soldados con qué enemigos se tienen que ver, por qué deben combatir, la forma de hacerlo, así como su número y lugar de dislocamiento. Del mismo modo, los cuadros de los organismos administrativos y económicos han de anteponer el trabajo político a todos los demás quehaceres.
Los responsables de los organismos administrativos y económicos son, sin excepción , miembros del Partido del Trabajo. A todo militantes le incumbe llevar a cabo la labor política. También los quehaceres económicos pueden ser realizados con éxitos cuando se impulsan por el método político.
En el pasado, el ministro y los viceministros de la Industria Metalúrgica frecuentaron día y noche, a título de viajes de orientación, la Fundación de Hierro de Juangje, pero su trabajo no marchaba bien. Para encontrar la causa, fuimos allí, convocamos a una reunión del Partido y escuchamos las opiniones de los militantes. Entre ellos había muchos y excelentes elementos medulares, quienes analizaron punto por punto la causa de la deficiente marcha de la producción, dejando ver muchos problemas interesantes. Así, para ahondar más en el estudio de los problemas, prolongamos 3 días dicha reunión y luego abrimos la de sus organizaciones de taller.
Yo participé en la reunión de Partido del taller de acero. En este taller había muchos militantes activistas, quienes criticaron en la reunión tal o cual defecto y propusieron esta u otra forma de mejorar el trabajo. Luego de sintetizar sus buenas sugerencias reabrimos la reunión del comité de la fábrica del Partido y tomamos las medidas para rectificar los errores. Como resultado, actualmente en la Fundación de Hierro de Juangje aumenta la producción.
¿Qué demuestra esto? Que para lograr éxitos en cualquier tarea es indispensable hacer el trabajo político.
En la Fundación de Hierro de Juangje nosotros logramos encontrar mediante la labor política la causa de la deficiente marcha de la producción, pero el ministro de la Industria Metalúrgica no pudo dar con ella porque, sin realizar esa labor, se encontró sólo con el director o el ingeniero en jefe y regresó. Por lo tanto, en los trabajos partidario, administrativo y económico es preciso acabar de una vez para siempre con el exclusivismo del método administrativo y aplicar de manera fundamental el método político.
Esto no significa, por supuesto, que los organismos del Poder popular deben desistir del trabajo administrativo. Al hablar actuar con el método político no queremos decir que se deje el trabajo administrativo, sino que, anteponiendo la labor política, hay que realizarlo por medio de la organización y movilización de las masas.
Subrayó una vez más que lo principal del trabajo partidario es la educación. Por eso, no se permite en él el procedimiento administrativo. Debemos eliminarlo de raíz, entre los trabajadores del Partido, así como al formalismo y el burocratismo, y establecer con firmeza el método revolucionario y el estilo popular de trabajo de nuestro Partido para registrar un gran avance en las actividades del mismo.
A fin de cumplir plenamente con las tareas asignadas, las organizaciones del Partido deben mejorar el papel de su comité.
Esto no significa en absoluto que los presidente y otros miembros del comité del Partido abusen de su autoridad, sino que discutan colectivamente todos los trabajos en el comité y se repartan las tareas entre ellos y los cuadros administrativos para llevarlas a cabo. Así deben trabajar todos los comités del Partido, sean los de fábrica, de distrito o de provincia.
El partido es, literalmente, una organización política integrada por muchas personas. Intensificar la dirección y control del Partido significa que sus organizaciones discutan y resuelvan colectivamente en sus respectivos comités todos los problemas planteados y realicen del mismo modo sus actividades de dirección y control. Por eso les incumbe intensificar la consulta, la dirección y el control colectivos de sus comités.
Hay que elevar el sentido de responsabilidad de los cuadros. Esto significa cumplir su papel en bien de la revolución. De lo contrario. No pueden efectuar sus tareas revolucionarias.
Los cuadros deben empeñarse en acrecentar su sentido de responsabilidad y realizar puntualmente todas las tareas, sintiéndose afligidos cuando vean marchar mal un trabajo. Mostrarse indiferente, no importa si la tarea asignada se cumpla o no, indica una actitud holgazana hacia el trabajo. Nuestros cuadros que luchan por el comunismo no pueden proceder así. Todos ellos, elevando más su sentido de responsabilidad, tendrán que realizar satisfactoriamente sus tareas revolucionarias.

ESPAÑA: La Unión de Juventudes Comunistas llama a 'plantar cara al fascismo' del Frente Español, AES y Falange de las JONS


La Unión de Juventudes Comunistas Euskal Herria ha realizado un llamamiento a 'plantar cara al fascismo', en alusión a los actos que Falange española y Alternativa Española desarrollarán este fin de semana en el País Vasco. Según indicó este colectivo... es necesario activar la 'alerta antifaxista' por el acto de 'Frente Español (Falange Española-La Falange, Ynestrillas, Cantalapiedra...)' mañana a la una de la tarde en San Sebastián y por el acto de 'Alternativa Española (Blas Piñar, Fuerza Nueva...)' en Bilbao, también mañana, a las siete de la tarde. Precisamente, el Movimiento Antifascista de Bilbao ha organizado una concentración mañana, a las siete de la tarde, ante el hotel NH de la capital vizcaína, con motivo de la presencia de los miembros de Alternativa Española.


Fuente: Terra.com

Recordando a Pedro Ortega Díaz, Comunista más allá del Siglo XXI



Hubo quienes lucharon un dia y fueron buenos, hubo quienes lucharon muchos años y fueron mejores, pero hay los que luchan toda la vida y esos. ¡esos son los indispensables!

Beltorl Brech




Triuna Popular.-.Por: Jesús Silva R.


Siempre he sostenido que las relaciones humanas con los camaradas, en su sentido más amplio y diverso, nos enriquecen espiritualmente. Que ese ejercicio permanente consolida un componente subjetivo indispensable de un revolucionario para luchar: Su fuerza espiritual. Comprendí que, junto a la teoría revolucionaria, son la mística, la disposición de sacrificio, la motivación y el amor los que nos impulsan a enfrentar las vicisitudes del mundo tangible actual.

Esa realidad social que existe fuera de nuestra alma, en la cual la postura del comunista, si es verdadera, resulta la menos cómoda de todas, porque nos demanda pensamiento y acción totalmente consecuentes entre si contra las formas de dominación capitalista y nos exige sostener las más altas virtudes humanas. En la historia de la humanidad, conocemos personajes excepcionales, seres de admirable firmeza de espíritu, quienes por encima de las circunstancias, han tenido en su moral revolucionaria, el motor de sus incansables luchas. Uno de esos personajes nació en Río Caribe, Estado Sucre, un 18 de Diciembre, hace casi un siglo, y cuando un hombre ha tenido la fortuna de conocerlo por medio de vivencias, luchas e ilusiones compartidas, su vida es influida tremendamente. Tuve esa fortuna. Recuerdo a Pedro Ortega Díaz desde mi niñez, por los nexos existentes entre mi familia y su figura, a raíz de la militancia comunista de mi padre Jesús Silva y mi abuela paterna, Maria Silva Alfonso, a principios de los años sesenta.

Desde entonces, como hasta hoy, su figura ha sido una sólida referencia moral en mi familia. En mi adolescencia, con mi iniciación en la lucha revolucionaria, nuestro vínculo tuvo un salto cualitativo, que me llevó a ser un aprendiz infatigable de su persona, un estudioso de sus planteamientos y sus ejemplos en todos los ámbitos de su vida. Pues al mismo tiempo que caminé junto al histórico dirigente comunista y abogado de los trabajadores, lo hice también con el padre, el hermano, el amigo, el maestro, el soñador, el Hombre.

En esa lucha por los Derechos Humanos y la Clase Obrera, sentí la necesidad de llevar a Pedro a lugares no conquistados y sentar un precedente moral, como antesala a un tiempo futuro donde no quedaran reductos que un comunista, o cualquier otro revolucionario verdadero, no pudiera penetrar.

Fue así que pocos meses antes de que alzara vuelo, lo homenajeamos con una conferencia de Reflexión sobre los Derechos Humanos en el auditorio principal de la Fiscalía General de la República, el cual contó con muy buena asistencia. Tuve el honor de hacer la apertura con la tesis de indivisibilidad de los Derechos Humanos y los Derechos sociales, y plantear que todos los derechos inherentes al bienestar del hombre deben equipararse al derecho a la vida. Que el Estado Social de Derecho y de Justicia debe reconocer y garantizar todos los derechos relativos a las condiciones espirituales y materiales dignas para la vida porque ellos son tan esenciales como la propia vida humana. Que la discriminación de estos Derechos, corresponde a la ideología de un Estado Burgués, que la apropiación del trabajo ajeno y explotación del hombre por el hombre son propios del sistema capitalista y conducen inevitablemente a la conculcación de los derechos humanos; y solo en el Socialismo tendremos garantizado el pleno goce de estos derechos para todos sin distingo alguno.

Luego vendría aquel momento inolvidable para mí, en que lo presentaría a la audiencia, e invocando los principios del internacionalismo proletario, la solidaridad y la rectitud que él siempre encarnó, pude agradecerle por su legado, su orientación y su ejemplo; fueron esas, con alguna lágrima escapada, las humildes y emocionadas palabras de un hijo a un padre. Fue ese un tributo hacia el Presidente del PCV, el abogado de los trabajadores, el luchador de toda la vida; seguida por la ovación de una inédita y peculiar audiencia que reunió a funcionarios públicos, obreros, luchadores sociales y combatientes clandestinos. Fueron horas llenas del entusiasmo, vitalidad, conciencia y fervor de un padre y maestro, el más grande ser humano que yo haya conocido. Es mucho el amor y la enseñanza que nos ha dejado, así como el conjunto de sus postulados que cobran cada día más vida en nuestra Revolución Bolivariana.

lunes, 25 de febrero de 2008

!EL P.C.V. EN LA CALLE CON EL PUEBLO!

Los Comunistas de Barcelona, comprometidos con la tarea de impulsar el proceso socialista revolucionario acordaron realizar para el próximo sábado una jornada de distribución de Tribuna Popular, con el objeto de llevar a las masas el pensamiento Comunista y la actividad que los revolucionarios realizamos a favor de pueblo trabajador.En otros puntos, se informo que se han constituido sendas Células Comunistas en las Comunidades de Villas Olímpicas y La Montañita-Tricentenaria, la primera llamada “Célula Comunista Luís Pinto”, en homenaje al coraje que este camarada exhibió durante su vida militante. La segunda célula en cuestión se llama “Célula Comunista Olga Luzardo”, quien vale recordar inicio su formación marxista desde los 13 años, Fundo los primeros sindicatos de obreras en el Estado Zulia, y junto con otras mujeres antigomecistas, lucho por el derecho al voto de la mujer. Hoy, es un ejemplo vivo, de la fuerza y el coraje de las mujeres revolucionarias.

CANDIDATO COMUNISTA GANA ELECCIONES PRESIDENCIALES DE CHIPRE


Demetris Christofias primer jefe de Estado comunista de un país miembro de la Unión Europea.


El candidato comunista Demetris Christofias ganó este domingo las elecciones presidenciales en la isla de Chipre ante su rival conservador Ioannis Kasulides, con el 98 por ciento de los votos escrutados. Christofias se convierte así en el primer jefe de Estado comunista de un país miembro de la Unión Europea.En la segunda vuelta de los comicios, el secretario general del Partido Comunista, de 61 años de edad, obtuvo el 53,45% de los votos frente a los 46,55% del ex ministro de Relaciones Exteriores Ioannis Kasulides, con el 98% de los votos escrutados. Christofias tomará posesión el próximo 29 de febrero ante el pleno del parlamento chipriota, de un cargo que, según el sistema presidencial establecido por la Constitución chipriota, confiere al presidente poderes ejecutivos y la función de encabezar al Consejo de Ministros.El Partido Progresista del Pueblo Trabajador, nombre del Partido Comunista de Chipre desde 1941 conocido como AKEL, gobernó el parlamento durante la última legislatura.Este domingo, los seguidores de Demetris Christofias salieron a las calles de Nicosia, la capital de esta isla del Mediterráneo, para celebrar la victoria. Ante la sede del partido, una multitud festejaba a su nuevo presidente con banderas chipriotas.Con esta victoria, Christofias se convirtió en el sexto jefe de Estado de esta antigua colonia británica, independiente desde 1960. Se trata también del único jefe de Estado comunista en un sistema presidencial en el seno de la Unión Europea.Christofias, partidario de reanudar las negociaciones con los turcos sobre la división de Chipre, dirigió "un mensaje de amistad a los turcochipriotas, el mensaje de un combate común para reunificar nuestra patria y gestionar nuestros asuntos sin intervención extranjera", declaró este domingo tras haber votado en Nicosia.Este presidente del parlamento saliente, que le sacó una ventaja de apenas 980 votos a Kasoulides en la primera vuelta, ya había reforzado su figura de favorito al recibir durante la semana el apoyo del partido socialdemócrata Edek, del Movimiento Ecologista y del Diko (centro-derecha), del ex presidente Tassos Papadopoulos,El mandato de cinco años del ex mandatario Papadopoulos, quién fue eliminado en la primera vuelta de los comicios, ha estado marcado por el ingreso de la isla en la UE en 2004 y la adopción del euro el pasado 1 de enero.En total unos 516 mil electores estaban convocados a las urnas, entre ellos, por primera vez, unos 400 turcochipriotas que residen en el sur de la isla.La tercera isla del Mediterráneo por superficie se encuentra dividida desde 1974 entre la República de Chipre, que controla la parte sur del territorio, y la República Turca de Chipre Norte, ocupada por Turquía y únicamente reconocida por Ankara.En 2004, los grecochipriotas rechazaron masivamente un referéndum sobre un plan de reunificación presentado por la o­nU y aceptado por los turcochipriotas.

PLENO DE COMUNISTAS EN BARCELONA

A casa llena se celebro en fecha reciente un pleno de militantes, afiliados y amigos del PCV, en su sede de la Calle Bolívar de Barcelona y que contó con la presencia de camaradas como; Egidio Chirinos, Roberto Guiacara, Wilmer Yovera, John Santoyo, Diana Díaz, Chernesto, Jesús “chuchu” Curbata, entre muchos otros. En este encuentro se discutieron las líneas estratégicas de acción con la finalidad de adecuar su estructura organizativa para afrontar los grandes retos que debe asumir la organización del “Gallito Rojo” en la defensa del proceso revolucionario bolivariano que adelanta el Comandante Presidente; Hugo Chávez Frías, y los esfuerzos que debe impulsar esta organización, en las luchas por las reivindicaciones sociales y económicas de los Trabajadores y demás sectores Populares.
El Pleno concluyo, después de un intenso debate e Ideológico, con un conjunto de acuerdos y Resoluciones, entre los cuales destacaron los siguientes:
1.) Apoyo irrestricto a la Reciente medida adoptada por el Gobierno Nacional al eliminar los peajes, mediante un decreto presidencial, lo cual favorece a millones de venezolanos y acaba con un factor de corrupción que atentaba contra la dignidad del Pueblo Venezolano. En el caso especifico del Edo. Anzoátegui, el Partido Comunista en Barcelona insta a las autoridades nacionales, regionales y municipales a cumplir las directrices emanadas del Comandante Chávez, a fin de insertar en el Proceso Productivo a todos aquellos trabajadores que con motivo de la medida perdieron sus puestos de trabajo, para lo cual el PCV ofrece sus buenos oficios para coadyuvar en el esfuerzo.
2.) El Partido Comunista en Barcelona, hace un llamado a las demás organizaciones Políticas y Sociales afectas al proceso Socialista a cerrar filas e impulsar la creación y consolidación de un gran Frente Patriótico Antiimperialista que enfrente y liquide las pretensiones del Gobierno Imperialista y genocida de George Bush, en alianza con la rancia oligarquía, apartida, en nuestro país, de acabar con los inmensos logros alcanzados por la Revolución Bolivariana. En el orden político, social, económico y lo que es mas grabe, pretender volver a colocar a nuestra patria de rodillas ante el imperialismo norteamericano, cercenar nuestra soberanía y frenar y acabar con el proceso de Integración Latinoamericana y Caribeña que impulsa con éxito el presidente Chávez y la Cuba Socialista.
3.) El Partido Comunista de Venezuela en Barcelona (PCV-Barcelona), saluda con beneplácito los grandes esfuerzos que realiza el Presidente Chávez por logran la Paz Democrática en Colombia. Reconoce el liderazgo del Presidente de la Republica en esos esfuerzos que comienzan a dar sus frutos con la liberación de Prisioneros que las FARC-EP tenían bajo su control, aun contra las maniobras del Fascista Álvaro Uribe Vélez al no reconocer a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejercito del Pueblo como fuerza política beligerante, sigue las líneas imperialistas de tildar toda iniciativa popular como terrorista.
4.) El Partido Comunista de Venezuela Insta a la Cámara Municipal del Municipio Simón Bolívar del Estado Anzoátegui a transferir y desconcentrar con suma urgencia a las comunidades, a través de los Concejos Comunales, el Servicio de Aseo Urbano, toda vez que la labor desarrollada por la empresa encargada de este servicio ha resultado altamente ineficiente y cuyos resultados saltan a la vista de todos, los que habitamos en Barcelona al observar una ciudad sucia y con grandes focos de contaminación. En este sentido el PCV en Barcelona apoyara la iniciativa popular legislativa, el Concejo Municipal y la Alcaldía a los fines de solucionar correctamente el problema de la basura.El Partido Comunista de Venezuela en Barcelona (PCV-Barcelona), siguiendo las directrices emanadas del Comité Regional de Anzoátegui, inicia un amplio proceso de discusión en el seno de nuestra militancia a fin de diseñar las estrategias que nos permitan afrontar la actual coyuntura política con miras a encarara el proceso electoral para gobernadores y alcaldes; centrando nuestro accionar para la formación del Polo Patriótico que nos permita consolidar los espacios de poder y conquistar nuevos espacios que reimpulsen la acción de gobierno en todos los ordenes y colocar a nuestro Estado, a nuestro Municipio Bolívar, en un lugar privilegiado. En este sentido orientara su accionar en la busqueda y selección por la base de aquellos hombres y mujeres realmente comprometidos con el proceso revolucionario y con las mas anhelas aspiraciones del noble y aguerrido pueblo de Anzoátegui.

viernes, 22 de febrero de 2008

LOS PARTIDOS COMUNISTAS Y OBREROS RECHAZAN LA SECESIÓN DE KOSOVO


Nuestros Partidos se manifiestan contra la secesión de Kosovo de la República de Serbia. Exigimos que todos los gobiernos se abstengan de reconocer la independencia de Kosovo así como de desplegar tropas en la zona.


Reunión del Grupo de Trabajo

Lisboa, 16 de febrero de 2008


Los partidos comunistas y obreros reunidos en Lisboa el 16 de febrero de 2008 con ocasión de la reunión del Grupo de Trabajo del Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros, debatieron acerca de los acontecimientos que rodean la inminente auto-proclamación de independencia de Kosovo, promovida por los Estados Unidos de América, la OTAN y la Unión Europea y consideran que:Tal paso – que viola el derecho internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas al respecto – tendrá graves consecuencias en la región de los Balcanes e internacionalmente. Supone serios peligros para los pueblos, provocando modificaciones en las fronteras, amenazando con poner a toda la región en una nueva escalada de conflictos, guerras e intervenciones internacionales, estableciendo un peligroso precedente internacional. Nuestros Partidos se manifiestan contra la secesión de Kosovo de la República de Serbia. Exigimos que todos los gobiernos se abstengan de reconocer la independencia de Kosovo así como de desplegar tropas en la zona.Lisboa, 16 de febrero de 2008.Los Partidos,· Partido del Trabajo de Bélgica· Partido Comunista de Brasil · Partido Comunista de Bohemia y Moravia· Partido Comunista de Cuba· Partido Comunista de Grecia· Partido Comunista de India (Marxista)· Partido de los Trabajadores de Irlanda· Partido de los Comunistas Italianos · Partido Comunista Libanés· Partido del Pueblo de Panamá· Partido Comunista Portugués· Partido Comunista de la Federación Rusa · Partido Comunista Sudafricano · Partido Comunista de España · Partido Comunista de los Pueblos de España · Partido Comunista Sirio· Partido Comunita de Ucrania.--

jueves, 21 de febrero de 2008

JUVENTUD COMUNISTA DE ESTADO BARINAS

“I CAMPAMENTO REGIONAL”
JUVENTUD COMUNISTA DE BARINAS


En el marco de celebración de los 60 años de la JCV, la juventud comunista en el estado Barinas desarrolló el I campamento regional de la JCV con la intención de fortalecer a sus cuadros ideopolitico y experimentalmente, así como generar un espacio de unión y compartir entre los camaradas, sumándole la aventura que tanto agrada a la juventud. Actividad que se realizó en el municipio Bolívar, parroquia Calderas del estado Barinas, durante los días, viernes 15, sábado 16 y domingo 17/09/07.
Dentro de las actividades desarrolladas durante el campamento, podemos destacar: Talleres de formación (Dialéctica Marxista), primeros auxilios, ponencia sobre el 60° aniversario jcv, la calistenia no faltó durante las mañanas, así como las actividades culturales y deportivas. Podemos decir que actividades como estas nos permiten un mejor acercamiento hacia nuestra juventud, además de fortalecer la disciplina y principios revolucionarios de nuestros camaradas.

La responsabilidad de esta actividad estuvo a cargo de los camaradas miembros de la comisión reorganizadora de la JCV Barinas.

Leonardo Rodríguez Sec. Político
José Sánchez Sec. De organización
Allen Rico Sec. De finanzas
José Especier Sec. De ideología

miércoles, 20 de febrero de 2008

Anzoatiguenses protagonizaron concentración en apoyo a Pdvsa


20 Feb. ABN.- A las 5:00 de la tarde de este miércoles trabajadores petroleros, estudiantes y comunidad organizada se dieron cita en la plaza Alberto Lovera de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, para manifestar su apoyo a Petróleos de Venezuela (Pdvsa). La actividad, donde se repudiaron las acciones emprendidas por la empresa Exxon Mobil contra la central de hidrocarburos venezolana, estuvo dirigida por el gobernador de Anzoátegui, Tarek William Saab, y el gerente general de Pdvsa Refinación Oriente, Fernando Padrón. Saab manifestó que la acción de la Exxon 'se suma a la escalada, tanto de sabotaje económico como de desestabilización política, que el imperio estadounidense ha venido realizando en contra de los intereses de Venezuela'. Señaló que con las actividades de calle en apoyo a Pdvsa formarán 'un muro de contención a las pretensiones que tiene la Exxon Mobil de arrebatarnos uno de los factores de desarrollo humanista que ha tenido Venezuela en los últimos 50 años'. El mandatario estadal recordó que gracias a Pdvsa, en Venezuela se han desarrollado obras de infraestructura y humanistas, por ello destacó que la industria 'no es sólo un soporte energético para el país, sino un soporte moral, espiritual y económico'. Acotó que la demanda de la Exxon Mobil no hubiese ocurrido si Pdvsa estuviese gerenciada por personas dispuestas a entregarla a los intereses de una potencia extranjera para ser convertida 'en una filial más de una transnacional estadounidense'. Por su parte, el gerente general de Pdvsa Refinación Oriente, Fernando Padrón, expresó que 'el país unido va a defender los intereses de Pdvsa, los intereses de la República Bolivariana de Venezuela y de todos los venezolanos'. Anunció que continuarán con las actividades de calle y exhortó a la población a 'que se una frente a esta acción frente a esta retaliación de empresas líderes mundiales, líderes del billete y de la agresión'. Padrón expuso que 'solamente 20 países están por encima de las ganancias que tuvo Exxon en el año 2007, entonces todos los venezolanos, en una sola voz, con un solo brazo, tenemos que defender este proceso'. Destacó que 'a Exxon le vamos a pagar lo que le debemos, ni un centavo más ni un centavo menos, lo que cuestan los hierros, lo demás: las tierras y el petróleo, son de este país, de nosotros los venezolanos'. Como se recordará, una vez aprobada la Ley de Hidrocarburos en el año 2001, Venezuela inició la regularización de la situación de las empresas que funcionaban en la Faja Petrolífera del Orinoco bajo el esquema de asociaciones estratégicas. La medida fue acatada por todas las operadoras, a excepción de Exxon Mobil, que introdujo demandas legales en contra de Pdvsa en tres cortes: una estadounidense, una británica y una holandesa. Estos juzgados internacionales emitieron una orden de congelamiento de activos de Pdvsa, razón por la que la industria decidió cesar sus relaciones comerciales con la empresa transnacional

martes, 19 de febrero de 2008

Es necesario conformar de inmediato el Frente Amplio Nacional Antiimperialista

Caracas, 18 de feb. Tribuna Popular TP.- El Partido Comunista de Venezuela hizo un llamado urgente a las fuerzas revolucionarias y al Presidente Chávez a conformar de inmediato el Frente Amplio Nacional Antiimperialista, en contra de la ofensiva multifacética que el imperialismo y las oligarquías latinoamericana desarrollan en contra los procesos revolucionarios en el continente y contra Venezuela.

Así lo manifestó esta mañana, Oscar Figuera, secretario general del Partido Comunista de Venezuela en la acostumbrada rueda de prensa de los días lunes.

Figuera expresó que el Buró Político de la organización verificó la existencia de una ofensiva multifacética en contra Venezuela y los proceso revolucionarios y progresista del continente que se expresa en el terreno político, militar y económico impulsada por el imperialismo y las oligarquías del continente.

El diputado Figuera expresó “Existe un plan integral del imperialismo norteamericano; de la oligarquía venezolana; de la oligarquía colombiana; de las oligarquías de los países de América Latina, en alianza con el imperialismo para intentar copar, agredir, liquidar los proceso revolucionarios del continente”.

La agresión que se da en el terreno militar, “no solo con la instalación y el despliegue del Comando Sur en la zona del Caribe, sino también con la activación del Plan Colombia; de la iniciativa Regional Andina que desde territorio colombiano con el aval de la oligarquía y el gobierno colombiano de Uribe Vélez se viene desarrollando en la zona regional Andina”.

La arremetida también se expresa en el terreno de lo político. Figuera manifestó que esta se expresa “en la creación de matrices de opinión que intentan crear la visión internacional de que el Estado venezolano es una estado forajido”.

Dijo que estas matrices de opiniones diariamente intentan señalar que el Estado venezolano está ligado al narcotráfico, al terrorismo, etc., enfatizando que “la propia vida se han encargado de derribar estas matrices de opinión porque están basada en la mentira”.

Aseveró que “Son ellos, el imperialismo norteamericano, los jefe de las bandas terroristas en el mundo que lo demuestran el caso de Posada Carriles y cientos de acciones del imperialismo”.

Figuera también analizó los elemento que configuran la ofensiva imperialista en el terreno económico “Lo de Exxon Mobil, tiene que ver con eso, como un intento de presionar y arrodillar el gobierno, al pueblo y el Estado venezolano frente a las trasnacionales” expresó.

“Desde el Partido Comunista, siendo parte del movimiento obrero, acompañando a los trabajadores y trabajadoras decimos que ese nuevo intento multifacético, esas nuevas iniciativas de agresión contra el pueblo venezolano, no pasaran y de nuevo serán derrotadas por el pueblo venezolanos y los pueblos latinoamericanos”, asevero el dirigente comunista.

Frente a está realidad expresada por el Buró Político del Partido Comunista de Venezuela, el PCV hizo un llamado a las fuerzas populares y revolucionaria: al líder del proceso Hugo Chávez, señalando que “Es necesario convocar de inmediato a todas las fuerzas populares y revolucionarias para conformar el Frente Amplio Nacional Antiimperialista”.

Agregó que “el Frente Amplio Nacional Antiimperialista es una necesidad porque la realidad lo demanda y exige avanzar en consolidar una organización de amplia alianza y unidad nacional antiimperialista que permita que todos los sectores del país nos articulemos en la defensa de la patria venezolana”.

Aseveró que Venezuela está amenazada por ello, preciso, “Llamamos al pueblo a que por encima de las diferencias que puedan presentarse, estemos dispuesto a transitar el camino de la unidad antiimperialista”.

Agregó finalmente, “En esa dirección para los comunistas venezolanos y venezolanas es fundamental el papel de los trabajadores y trabajadoras, por ello es fundamental avanzar en la reconstrucción de la unidad del movimiento sindical venezolano, porque será la Clase Trabajadora, como fuerza motriz de los procesos revolucionarios la que podrá garantizar la dirección estratégica del proceso con el liderazgo del Presidente Hugo Chávez Frías”.

“La vida nos ha enseñado que los sectores de la pequeña y mediana burguesía no pueden encabezar el proceso de construcción del Socialismo, solo la Clase trabadora y unida a ella, todos los sectores sociales y políticos revolucionarios, podrán avanzar a los profundos cambios que requiere la sociedad venezolana”, expresó el secretario general del Partido Comunista de Venezuela, diputado Oscar Figuera.

lunes, 18 de febrero de 2008

EL COMUNISMO Y LA FAMILIA (A. KOLLONTAI 1921)

La mujer no depende ya del hombre
¿Se mantendrá la familia en un Estado comunista? ¿Persistirá en la misma forma actual? Son estas cuestiones que atormentan, en los momentos presentes, a la mujer de la clase trabajadora y preocupa igualmente a sus compañeros, los hombres.
No debe extrañarnos que en estos últimos tiempos este problema perturbe las mentes de las mujeres trabajadoras. La vida cambia continuamente ante nuestros ojos; antiguos hábitos y costumbres desaparecen poco a poco. Toda la existencia de la familia proletaria se modifica y organiza en forma tan nueva, tan fuera de lo corriente, tan extraña, como nunca pudimos imaginar.
Y una de las cosas que mayor perplejidad produce en la mujer en estos momentos es la manera como se ha facilitado el divorcio en Rusia.
De hecho, en virtud del decreto del Comisario del Pueblo del 18 de diciembre de 1917, el divorcio ha dejado de ser un lijo accesible sólo a los ricos; desde ahora en adelante, la mujer trabajadora no tendrá que esperar y meses, e incluso hasta años, para que sea fallada su petición de separación matrimonial que le dé derecho a independizarse de un marido borracho o brutal, acostumbrado a golpearla. Desde ahora en adelante el divorcio se podrá obtener amigablemente dentro del periodo de una o dos semanas todo lo más.
Pero es precisamente esta facilidad para obtener el divorcio, manantial de tantas esperanzas para las mujeres que son desgraciadas en su matrimonio, lo que asusta a otras mujeres, particularmente a aquellas que consideran todavía al marido como el "proveedor" de la familia, como el único sostén de la vida, a esas mujeres que no comprenden todavía que deben acostumbrarse a buscar y a encontrar ese sostén en otro sitio, no en la persona del hombre, sino en la persona de la sociedad, en el Estado.

Desde la familia genésica a nuestros días
No hay ninguna razón para pretender engañarnos a nosotros mismos: la familia normal de los tiempos pasados en la cual el hombre lo era todo y la mujer nada -puesto que no tenía voluntad propia, ni dinero propio, ni tiempo del que disponer libremente-, este tipo de familia sufre modificaciones día por día, y actualmente es casi una cosa del pasado, lo cual no debe asustarnos.
Bien sea por error o ignorancia, estamos dispuestos a creer que todo lo que nos rodea debe permanecer inmutable, mientras todo lo demás cambia. Siempre ha sido así y siempre lo será. Esta afirmación es un error profundo.
Para darnos cuenta de su falsedad, no tenemos más que leer cómo vivían las gentes del pasado, e inmediatamente vemos cómo todo está sujeto a cambio y cómo no hay costumbres, ni organizaciones políticas, ni moral que permanezcan fijas e inviolables.
Así, pues, la familia ha cambiado frecuentemente de forma en las diversas épocas de la vida de la humanidad.
Hubo épocas en que la familia fue completamente distinta a como estamos acostumbrados a admitirla. Hubo un tiempo en que la única forma de familia que se consideraba normal era la llamada familia genésica, es decir, aquella en que el cabeza de familia era la anciana madre, en torno a la cual se agrupaban, en la vida y en el trabajo común, los hijos, nietos y biznietos.
La familia patriarcal fue en otros tiempos considerada también como la única forma posible de familia, presidida por un padre-amo, cuya voluntad era ley para todos los demás miembros de la familia. Aún en nuestros tiempos se pueden encontrar en las aldeas rusas familias campesinas de este tipo. En realidad podemos afirmar que en esas localidades la moral y las leyes que rigen la vida familiar son completamente distintas de las que reglamentan la vida de la familia del obrero de la ciudad. En el campo existen todavía gran número de costumbres que ya no es posible encontrar en la familia de la ciudad proletaria.
El tipo de familia, sus costumbres, etc., varían según las razas. Hay pueblos, como por ejemplo los turcos, árabes y persas, entre los cuales la ley autoriza al marido el tener varias mujeres. Han existido y todavía se encuentran tribus que toleran la costumbre contraria, es decir, que la mujer tenga varios maridos.
La moralidad al uso del hombre de nuestro tiempo le autoriza para exigir de las jóvenes la virginidad hasta su matrimonio legítimo. Pero, sin embargo, hay tribus en las que ocurre todo lo contrario: la mujer tiene por orgullo haber tenido muchos amantes, y se engalana brazos y piernas con brazaletes que indican el número...
Diversas costumbres, que a nosotros nos sorprenden, hábitos que podemos incluso calificar de inmorales, los practican otros pueblos, con la sanción divina, mientras que, por su parte, califican de "pecaminosas" muchas de nuestras costumbres y leyes.
Por tanto, no hay ninguna razón para que nos aterroricemos ante el hecho de que la familia sufra un cambio, porque gradualmente se descarten vestigios del pasado vividos hasta ahora, ni porque se implanten nuevas relaciones entre el hombre y la mujer. No tenemos más que preguntarnos: ¿qué es lo que ha muerto en nuestro viejo sistema familiar y qué relaciones hay entre el hombre trabajador y la mujer trabajadora, entre el campesino y la campesina?
¿Cuáles de sus respectivos derechos y deberes armonizan mejor con las condiciones de vida de la nueva Rusia? Todo lo que sea compatible con el nuevo estado de cosas se mantendrá; lo demás, toda esa anticuada morralla que hemos heredado de la maldita época de servidumbre y dominación, que era la característica de los terratenientes y capitalistas, todo eso tendrá que ser barrido juntamente con la misma clase explotadora, con esos enemigos del proletariado y de los pobres.



El capitalismo ha destruido la vieja vida familiar
La familia, en su forma actual, no es más que una de tantas herencias del pasado. Sólidamente unida, compacta en sí misma en sus comienzos, e indisoluble -tal era el carácter del matrimonio santificado por el cura-, la familia era igualmente necesaria para cada uno de sus miembros. Porque ¿quién se hubiera ocupado de criar, vestir y educar a los hijos de no ser la familia? ¿Quién se hubiera ocupado de guiarlos en la vida? Triste suerte la de los huérfanos en aquellos tiempos; era el peor destino que pudiera tocarle a uno en suerte.
En el tipo de familia a que estamos acostumbrados, es el marido el que gana el sustento, el que mantiene a la mujer y a los hijos. La mujer, por su parte, se ocupa de los quehaceres domésticos y de criar a los hijos como le parece.
Pero, desde hace un siglo, esta forma corriente de familia ha experimentado una destrucción progresiva en todos los países del mundo, en los que domina el capitalismo, en aquellos países en que el número de fábricas crece rápidamente, juntamente con otras empresas capitalistas que emplean trabajadores.
Las costumbres y la moral familiar se forman simultáneamente como consecuencia de las condiciones generales de la vida que rodea a la familia. Lo que más ha contribuido a que se modificasen las costumbres familiares de una manera radical ha sido, indiscutiblemente, la enorme expansión que ha adquirido por todas partes el trabajo asalariado de la mujer. Anteriormente, era el hombre el único sostén posible de la familia. Pero desde los últimos cincuenta o sesenta años, hemos experimentado en Rusia (con anterioridad en otros países) que el régimen capitalista obliga a las mujeres a buscar trabajo remunerador fuera de la familia, fuera de su casa.



Treinta millones de mujeres soportan una doble carga
Como el salario del hombre, sostén de la familia, resultaba insuficiente para cubrir las necesidades de la misma, la mujer se vio obligada a su vez a buscar trabajo remunerado; la madre tuvo que llamar también a la puerta de la fábrica. Año por año, día tras día, fue creciendo el número de mujeres pertenecientes a la clase trabajadora que abandonaban sus casas para ir a nutrir las filas de las fábricas, para trabajar como obreras, dependientas, oficinistas, lavanderas o criadas.
Según cálculos de antes de la Gran Guerra, en los países de Europa y América ascendían a sesenta millones las mujeres que se ganaban la vida con su trabajo. Durante la guerra ese número aumentó considerablemente.
La inmensa mayoría de estas mujeres estaban casadas; fácil es imaginarnos la vida familiar que podrían disfrutar. ¡Qué vida familiar puede existir donde la esposa y madre se va de casa durante ocho horas diarias, diez mejor dicho (contando el viaje de ida y vuelta)! La casa queda necesariamente descuidad; los hijos crecen sin ningún cuidado maternal, abandonados a sí mismos en medio de los peligros de la calle, en la cual pasan la mayor parte del tiempo.
La mujer casada, la madre que es obrera, suda sangre para cumplir con tres tareas que pesan al mismo tiempo sobre ella: disponer de las horas necesarias para el trabajo, lo mismo que hace su marido, en alguna industria o establecimiento comercial; consagrarse después, lo mejor posible, a los quehaceres domésticos, y, por último, cuidar de sus hijos.
El capitalismo ha cargado sobre los hombros de la mujer trabajadora un peso que la aplasta; la ha convertido en obrera, sin aliviarla de sus cuidados de ama de casa y madre.
Por tanto, nos encontramos con que la mujer se agota como consecuencia de esta triple e insoportable carga, que con frecuencia expresa con gritos de dolor y hace asomar lágrimas a sus ojos.
Los cuidados y las preocupaciones han sido en todo tiempo destino de la mujer; pero nunca ha sido su vida más desgraciada, más desesperada que en estos tiempos bajo el régimen capitalista, precisamente cuando la industria atraviesa por periodo de máxima expansión.



Los trabajadores aprenden a existir sin vida familiar
Cuanto más se extiende el trabajo asalariado de la mujer, más progresa la descomposición de la familia. ¡Qué vida familiar puede haber donde el hombre y la mujer trabajan en la fábrica, en secciones diferentes, si la mujer no dispone siquiera del tiempo necesario para guisar una comida medianamente buena para sus hijos! ¡Qué vida familiar puede ser la de una familia en la que el padre y la madre pasan fuera de casa la mayor parte de las veinticuatro horas del día, entregados a un duro trabajo, que les impide dedicar unos cuantos minutos a sus hijos!
En épocas anteriores, era completamente diferente. La madre, el ama de casa, permanecía en el hogar, se ocupaba de las tareas domésticas y de sus hijos, a los cuales no dejaba de observar, siempre vigilante.
Hoy día, desde las primeras horas de la mañana hasta que suena la sirena de la fábrica, la mujer trabajadora corre apresurada para llegar a su trabajo; por la noche, de nuevo, al sonar la sirena, vuelve precipitadamente a casa para preparar la sopa y hacer los quehaceres domésticos indispensables. A la mañana siguiente, después de breves horas de sueño, comienza otra vez para la mujer su pesada carga. No puede, pues, sorprendernos, por tanto, el hecho de que, debido a estas condiciones de vida, se deshagan los lazos familiares y la familia se disuelva cada día más. Poco a poco va desapareciendo todo aquello que convertía a la familia en un todo sólido, todo aquello que constituía sus seguros cimientos, la familia es cada vez menos necesaria a sus propios miembros y al Estado. Las viejas formas familiares se convierten en un obstáculo.
¿En qué consistía la fuerza de la familia en los tiempos pasados? En primer lugar, en el hecho de que era el marido, el padre, el que mantenía a la familia; en segundo lugar, el hogar era algo igualmente necesario a todos los miembros de la familia, y en tercer y último lugar, porque los hijos eran educados por los padres.
¿Qué es lo que queda actualmente de todo esto? El marido, como hemos visto, ha dejado de ser el sostén único de la familia. La mujer, que va a trabajar, se ha convertido, a este respecto, en igual a su marido. Ha aprendido no sólo a ganarse la vida, sino también, con gran frecuencia, a ganar la de sus hijos y su marido. Queda todavía, sin embargo, la función de la familia de criar y mantener a los hijos mientras son pequeños. Veamos ahora, en realidad, lo que subsiste de esta obligación.



El trabajo casero no es ya una necesidad
Hubo un tiempo en que la mujer de la clase pobre, tanto en la ciudad como en el campo, pasaba su vida entera en el seno de la familia. La mujer no sabía nada de lo que ocurría más allá del umbral de su casa y es casi seguro que tampoco deseaba saberlo. En compensación, tenía dentro de su casa las más variadas ocupaciones, todas útiles y necesarias, no sólo para la vida de la familia en sí, sino también para la de todo el Estado.
La mujer hacía, es cierto, todo lo que hoy hace cualquier mujer obrera o campesina. Guisaba, lavaba, limpiaba la casa y repasaba la ropa de la familia. Pero no hacía esto sólo. Tenía sobre sí, además, una serie de obligaciones que no tienen ya las mujeres de nuestro tiempo: hilaba la lana y el lino; tejía las telas y los adornos, las medias y los calcetines; hacía encajes y se dedicaba, en la medida de las posibilidades familiares, a las tareas de la conservación de carnes y demás alimentos; destilaba las bebidas de la familia, e incluso moldeaba las velas para la casa.
¡Cuán diversas eran las tareas de la mujer en los tiempos pasados! Así pasaron la vida nuestras madres y abuelas. Aún en nuestros días, allá en remotas aldeas, en pleno campo, en contacto con las líneas del tren o lejos de los grandes ríos, se pueden encontrar pequeños núcleos donde se conserva todavía, sin modificación alguna, este modo de vida de los buenos tiempos del pasado, en la que el ama de casa realizaba una serie de trabajos de los que no tiene noción la mujer trabajadora de las grandes ciudades o de las regiones de gran población industrial, desde hace mucho tiempo.



El trabajo industrial de la mujer en el hogar
En los tiempos de nuestras abuelas eran absolutamente necesarios y útiles todos los trabajos domésticos de la mujer, de los que dependía el bienestar de la familia. Cuanto más se dedicaba la mujer de su casa a estas tareas, tanto mejor era la vida en el hogar, más orden y abundancia se reflejaban en la casa. Hasta el propio Estado podía beneficiarse un tanto de las actividades de la mujer como ama de casa. Porque, en realidad, la mujer de otros tiempos no se limitaba a preparar purés para ella o su familia, sino que sus manos producían muchos otros productos de riqueza, tales como telas, hilo, mantequilla, etc., cosas que podían llevarse al mercado y ser consideradas como mercancías, como cosas de valor.
Es cierto que en los tiempos de nuestras abuelas y bisabuelas el trabajo no era evaluado en dinero. Pero no había ningún hombre, fuera campesino u obrero, que no buscase como compañera una mujer con "manos de oro", frase todavía proverbial entre el pueblo.
Porque sólo los recursos del hombre, sin el trabajo doméstico de la mujer, no hubieran bastado para mantener el hogar.
En lo que se refiere a los bienes del Estado, a los intereses de la nación, coincidían con los del marido; cuanto más trabajadora resultaba la mujer en el seno de su familia, tantos más productos de todas clases producía: telas, cueros, lana, cuyo sobrante podía ser vendido en el mercado de las cercanías; consecuentemente, la "mujer de su casa" contribuía a aumentar en su conjunto la prosperidad económica del país.



La mujer casada y la fábrica
El capitalismo ha modificado totalmente esta antigua manera de vida. Todo lo que antes se producía en el seno de la familia, se fabrica ahora en grandes cantidades en los talleres y en las fábricas. La máquina sustituyó a los ágiles dedos del ama de casa. ¿Qué mujer de su casa trabajaría hoy día en moldear velas, hilar o tejer tela? Todos estos productos pueden adquirirse en la tienda más próxima. Antes, todas las muchachas tenían que aprender a tejer sus medias; ¿es posible encontrar en nuestros tiempos una joven obrera que se haga las medias? En primer lugar, carece del tiempo necesario para ello. El tiempo es dinero y no hay nadie que quiera perderlo de una manera improductiva, es decir, sin obtener ningún provecho. Actualmente, toda mujer de su casa, que es a la vez una obrera, prefiere comprar las medias hechas que perder tiempo haciéndolas.
Pocas mujeres trabajadoras, y sólo en casos aislados, podemos encontrar hoy día que preparen las conservas para la familia, cuando la realidad es que en la tienda de comestibles de al lado de su casa puede comprarlas perfectamente preparadas. Aun en el caso de que el producto vendido en la tienda sea de una calidad inferior, o que no sea tan bueno como el que pueda hacer una ama de casa ahorrativa en su hogar, la mujer trabajadora no tiene ni tiempo ni energías para dedicarse a todas las laboriosas operaciones que requiere un trabajo de esta clase.
La realidad, pues, es que la familia contemporánea se independiza cada vez más de todos aquellos trabajos domésticos sin cuya preocupación no hubieran podido concebir la vida familiar nuestras abuelas.
Lo que se producía anteriormente en el seno de la familia se produce actualmente con el trabajo común de hombres y mujeres trabajadoras en las fábricas y talleres.



Los quehaceres individuales están llamados a desaparecer
La familia actualmente consume sin producir. Las tareas esenciales del ama de casa han quedado reducidas a cuatro: limpieza (suelos, muebles, calefacción , etc.); cocina (preparación de comida y cena); lavado y cuidado de la ropa blanca, y vestidos de la familia (remendado y repaso de la ropa).
Estos son trabajos agotadores. Consumen todas las energías y todo el tiempo de la mujer trabajadora, que, además, tiene que trabajar en una fábrica.
Ciertamente que los quehaceres de nuestras abuelas comprendían muchas más operaciones, pero, sin embargo, estaban dotados de una cualidad de la que carecen los trabajos domésticos de la mujer obrera de nuestros días; éstos han perdido su cualidad de trabajos útiles al Estado desde el punto de vista de la economía nacional, porque son trabajos con los que no se crean nuevos valores. Con ellos no se contribuye a la prosperidad del país.
Es en vano que la mujer trabajadora se pase el día desde la mañana hasta la noche limpiando su casa, lavando y planchando la ropa, consumiendo sus energías para conservar sus gastadas ropas en orden, matándose para preparar con sus modestos recursos la mejor comida posible, porque cuando termine el día no quedará, a pesar de sus esfuerzos, un resultado material de todo su trabajo diario; con sus manos infatigables no habrá creado en todo el día nada que pueda ser considerado como una mercancía en el mercado comercial. Mil años que viviera todo seguiría igual para la mujer trabajadora. Todas las mañanas habría que quitar polvo de la cómoda; el marido vendría con ganas de cenar por la noche y sus chiquitines volverían siempre a casa con los zapatos llenos de barro... El trabajo del ama de casa reporta cada día menos utilidad, es cada vez más improductivo.



La aurora del trabajo casero colectivo
Los trabajos caseros en forma individual han comenzado a desaparecer y de día en día van siendo sustituidos por el trabajo casero colectivo, y llegará un día, más pronto o más tarde, en que la mujer trabajadora no tendrá que ocuparse de su propio hogar.
En la Sociedad Comunista del mañana, estos trabajos serán realizados por una categoría especial de mujeres trabajadoras dedicadas únicamente a estas ocupaciones.
Las mujeres de los ricos, hace ya mucho tiempo que viven libres de estas desagradables y fatigosas tareas. ¿Por qué tiene la mujer trabajadora que continuar con esta pesada carga?
En la Rusia Soviética, la vida de la mujer trabajadora debe estar rodeada de las mismas comodidades, la misma limpieza, la misma higiene, la misma belleza, que hasta ahora constituía el ambiente de las mujeres pertenecientes a las clases adineradas. En una Sociedad Comunista la mujer trabajadora no tendrá que pasar sus escasas horas de descanso en la cocina, porque en la Sociedad Comunista existirán restaurantes públicos y cocinas centrales en los que podrá ir a comer todo el mundo.
Estos establecimientos han ido en aumento en todos los países, incluso dentro del régimen capitalista. En realidad, se puede decir que desde hace medio siglo aumentan de día en día en todas las ciudades de Europa; crecen como las setas después de la lluvia otoñal. Pero mientras en un sistema capitalista sólo gentes con bolsas bien repletas pueden permitirse el gusto de comer en los restaurantes, en una ciudad comunista estarán al alcance de todo el mundo.
Lo mismo se puede decir del lavado de la ropa y demás trabajos caseros. La mujer trabajadora no tendrá que ahogarse en un océano de porquería ni estropearse la vista remendando y cosiendo la ropa por las noches. No tendrá más que llevarla cada semana a los lavaderos centrales para ir a buscarla después lavada y planchada. De este modo tendrá la mujer trabajadora una preocupación menos.
La organización de talleres especiales para repasar y remendar la ropa ofrecerán a la mujer trabajadora la oportunidad de dedicarse por las noches a lecturas instructivas, a distracciones saludables, en vez de pasarlas como hasta ahora en tareas agotadoras.
Por tanto, vemos que las cuatro últimas tareas domésticas que todavía pesan sobre la mujer de nuestros tiempos desaparecerán con el triunfo del régimen comunista.
No tendrá de qué quejarse la mujer obrera, porque la Sociedad Comunista habrá terminado con el yugo doméstico de la mujer para hacer su vida más alegre, más rica, más libre y más completa.



La crianza de los hijos en el régimen capitalista
¿Qué quedará de la familia cuando hayan desaparecido todos estos quehaceres del trabajo casero individual? Todavía tendremos que luchar con el problema de los hijos. Pero en lo que se refiere a esta cuestión, el Estado de los Trabajadores acudirá en auxilio de la familia, sustituyéndola; gradualmente, la Sociedad se hará cargo de todas aquellas obligaciones que antes recaían sobre los padres.
Bajo el régimen capitalista la instrucción del niño ha cesado de ser una obligación de los padres. El niño aprende en la escuela. En cuanto el niño entra en la edad escolar, los padres respiran más libremente. Cuando llega este momento, el desarrollo intelectual del hijo deja de ser un asunto de su incumbencia.
Sin embargo, con ello no terminaban todas las obligaciones de la familia con respecto al niño. Todavía subsistía la obligación de alimentar al niño, de calzarle, vestirle, convertirlo en obrero diestro y honesto para que, con el tiempo, pudiera bastarse a sí propio y ayudar a sus padres cuando éstos llegaran a viejos.
Pero lo más corriente era, sin embargo, que la familia obrera no pudiera casi nunca cumplir enteramente estas obligaciones con respecto a sus hijos. El reducido salario de que depende la familia obrera no le permite ni tan siquiera dar a sus hijos lo suficiente para comer, mientras que el excesivo trabajo que pesa sobre los padres les impide dedicar a la educación de la joven generación toda la atención a que obliga este deber. Se daba por sentado que la familia se ocupaba de la crianza de los hijos. ¿Pero lo hacía en realidad? Más justo sería decir que es en la calle donde se crían los hijos de los proletarios. Los niños de la clase trabajadora desconocen las satisfacciones de la vida familiar, placeres de los cuales participamos todavía nosotros con nuestros padres.
Pero, además, hay que tener en cuenta que lo reducido de los jornales, la inseguridad en el trabajo y hasta el hambre convierten frecuentemente al niño de diez años de la clase trabajadora en un obrero independiente a su vez. Desde este momento, tan pronto como el hijo (lo mismo si es chico o chica) comienza a ganar un jornal, se considera a sí mismo dueño de su persona, hasta tal punto que las palabras y los consejos de sus padres dejan de causarle la menor impresión, es decir, que se debilita la autoridad de los padres y termina la obediencia.
A medida que van desapareciendo uno a uno los trabajos domésticos de la familia, todas las obligaciones de sostén y crianza de los hijos son desempeñadas por la sociedad en lugar de por los padres. Bajo el sistema capitalista, los hijos eran con demasiada frecuencia, en la familia proletaria, una carga pesada e insostenible.



El niño y el Estado comunista
En este aspecto también acudirá la Sociedad Comunista en auxilio de los padres. En la Rusia Soviética se han emprendido, merced a los Comisariados de Educación Pública y Bienestar Social, grandes adelantos. Se puede decir que en este aspecto se han hecho ya muchas cosas para facilitar la tarea de la familia de criar y mantener a los hijos.
Existen ya casas para los niños lactantes, guardería infantiles, jardines de la infancia, colonias y hogares para niños, enfermerías y sanatorios para los enfermos o delicados, restaurantes, comedores gratuitos para los discípulos en escuelas, libros de estudio gratuitos, ropas de abrigo y calzado para los niños de los establecimientos de enseñanza. ¿Todo esto no demuestra suficientemente que el niño sale ya del marco estrecho de la familia, pasando la carga de su crianza y educación de los padres a la colectividad?
Los cuidados de los padres con respecto a los hijos pueden clasificarse en tres grupos: 1º, cuidados que los niños requieren imprescindiblemente en los primeros tiempos de su vida; 2º, los cuidados que supone la crianza del niño, y 3º, los cuidados que necesita la educación del niño.
Lo que se refiere a la instrucción de los niños, en escuelas primarias, institutos y universidades, se ha convertido ya en una obligación del Estado, incluso en la sociedad capitalista.
Por otra parte, las ocupaciones de la clase trabajadora, las condiciones de vida, obligaban, incluso en la sociedad capitalista, a la creación de lugares de juego, guarderías, asilos, etc. Cuanto más conciencia tenga la clase trabajadora de sus derechos, cuanto mejor estén organizados en cualquier Estado específico, tanto más interés tendrá la sociedad en el problema de aliviar a la familia del cuidado de los hijos.
Pero la sociedad burguesa tiene medio de ir demasiado lejos en lo que respecta a considerar los intereses de la clase trabajadora, y mucho más si contribuye de este modo a la desintegración de la familia.
Los capitalistas se dan perfecta cuenta de que el viejo tipo de familia, en la que la esposa es una esclava y el hombre es responsable del sostén y bienestar de la familia, de que una familia de esta clase es la mejor arma para ahogar los esfuerzos del proletariado hacia su libertad, para debilitar el espíritu revolucionario del hombre y de la mujer proletarios. La preocupación por lo que le pueda pasar a su familia, priva al obrero de toda su firmeza, le obliga a transigir con el capital. ¿Qué no harán los padres proletarios cuando sus hijos tienen hambre?
Contrariamente a lo que sucede en la sociedad capitalista, que no ha sido capaz de transformar la educación de la juventud en una verdadera función social, en una obra del Estado, la Sociedad Comunista considerará como base real de sus leyes y costumbres, como la primera piedra del nuevo edificio, la educación social de la generación naciente.
No será la familia del pasado, mezquina y estrecha, con riñas entre los padres, con sus intereses exclusivistas para sus hijos, la que moldeará el hombre de la sociedad del mañana.
El hombre nuevo, de nuestra nueva sociedad, será moldeado por las organizaciones socialistas, jardines infantiles, residencias, guarderías de niños, etc., y muchas otras instituciones de este tipo, en las que el niño pasará la mayor parte del día y en las que educadores inteligentes le convertirán en un comunista consciente de la magnitud de esta inviolable divisa: solidaridad, camaradería, ayuda mutua y devoción a la vida colectiva.



La subsistencia de la madre asegurada
Veamos ahora, una vez que no se precisa atender a la crianza y educación de los hijos, qué es lo que quedará de las obligaciones de la familia con respecto a sus hijos, particularmente después que haya sido aliviada de la mayor parte de los cuidados materiales que llevan consigo el nacimiento de un hijo, o sea, a excepción de los cuidados que requiere el niño recién nacido cuando todavía necesita de la atención de su madre, mientras aprende a andar, agarrándose a las faldas de su madre. En esto también el Estado Comunista acude presuroso en auxilio de la madre trabajadora. Ya no existirá la madre agobiada con un chiquillo en brazos. El Estado de los Trabajadores se encargará de la obligación de asegurar la subsistencia a todas las madres, estén o no legítimamente casadas, en tanto que amamanten a su hijo; instalará por doquier casas de maternidad, organizará en todas las ciudades y en todos los pueblos guarderías e instituciones semejantes para que la mujer pueda ser útil trabajando para el Estado mientras, al mismo tiempo, cumple sus funciones de madre.



El matrimonio dejará de ser una cadena
Las madres obreras no tienen por qué alarmarse. La Sociedad Comunista no pretende separar a los hijos de los padres, ni arrancar al recién nacido del pecho de su madre. No abriga la menor intención de recurrir a la violencia para destruir la familia como tal. Nada de eso. Estas no son las aspiraciones de la Sociedad Comunista.
¿Qué es lo que presenciamos hoy? Pues que se rompen los lazos de la gastada familia. Esta, gradualmente, se va libertando de todos los trabajos domésticos que anteriormente eran otros tantos pilares que sostenían la familia como un todo social. ¿Los cuidados de la limpieza, etc., de la casa? También parece que han demostrado su inutilidad. ¿Los hijos? Los padres proletarios no pueden ya atender a su cuidado; no se pueden asegurar ni su subsistencia ni su educación.
Estas es la situación real cuyas consecuencias sufren por igual los padres y los hijos.
Por tanto, la Sociedad Comunista se acercará al hombre y a la mujer proletarios para decirles: "Sois jóvenes y os amáis". Todo el mundo tiene derecho a la felicidad. Por eso debéis vivir vuestra vida. No tengáis miedo al matrimonio, aun cuando el matrimonio no fuera más que una cadena para el hombre y la mujer de la clase trabajadora en la sociedad capitalista. Y, sobre todo, no temáis, siendo jóvenes y saludables, dar a vuestro país nuevos obreros, nuevos ciudadanos niños. La sociedad de los trabajadores necesita de nuevas fuerzas de trabajo; saluda la llegada de cada recién venido al mundo. Tampoco temáis por el futuro de vuestro hijo; vuestro hijo no conocerá el hambre, ni el frío. No será desgraciado, ni quedará abandonado a su suerte como sucedía en la sociedad capitalista. Tan pronto como el nuevo ser llegue al mundo, el Estado de la clase Trabajadora, la Sociedad Comunista, asegurará el hijo y a la madre una ración para su subsistencia y cuidados solícitos. La Patria comunista alimentará, criará y educará al niño. Pero esta patria no intentará, en modo alguno, arrancar al hijo de los padres que quieran participar en la educación de sus pequeñuelos. La Sociedad Comunista tomará a su cargo todas las obligaciones de la educación del niño, pero nunca despojará de las alegrías paternales, de las satisfacciones maternales a aquellos que sean capaces de apreciar y comprender estas alegrías. ¿Se puede, pues, llamar a esto destrucción de la familia por la violencia o separación a la fuerza de la madre y el hijo?



La familia como unión de afectos y camaradería
Hay algo que no se puede negar, y es el hecho de que ha llegado su hora al viejo tipo de familia. No tiene de ello la culpa el comunismo: es el resultado del cambio experimentado por la condiciones de vida. La familia ha dejado de ser una necesidad para el Estado como ocurría en el pasado.
Todo lo contrario, resulta algo peor que inútil, puesto que sin necesidad impide que las mujeres de la clase trabajadora puedan realizar un trabajo mucho más productivo y mucho más importante. Tampoco es ya necesaria la familia a los miembros de ella, puesto que la tarea de criar a los hijos, que antes le pertenecía por completo, pasa cada vez más a manos de la colectividad.
Sobre las ruinas de la vieja vida familiar, veremos pronto resurgir una nueva forma de familia que supondrá relaciones completamente diferentes entre el hombre y la mujer, basadas en una unión de afectos y camaradería, en una unión de dos personas iguales en la Sociedad Comunista, las dos libres, las dos independientes, las dos obreras. ¡No más "sevidumbre" doméstica para la mujer! ¡No más desigualdad en el seno mismo de la familia! ¡No más temor por parte de la mujer de quedarse sin sostén y ayuda si el marido la abandona!
La mujer, en la Sociedad Comunista, no dependerá de su marido, sino que sus robustos brazos serán los que la proporcionen el sustento. Se acabará con la incertidumbre sobre la suerte que puedan correr los hijos. El Estado comunista asumirá todas estas responsabilidades. El matrimonio quedará purificado de todos sus elementos materiales, de todos los cálculos de dinero que constituyen la repugnante mancha de la vida familiar de nuestro tiempo. El matrimonio se transformará desde ahora en adelante en la unión sublime de dos almas que se aman, que se profesen fe mutua; una unión de este tipo promete a todo obrero, a toda obrera, la más completa felicidad, el máximo de la satisfacción que les puede caber a criaturas conscientes de sí mismas y de la vida que les rodea.
Esta unión libre, fuerte en el sentimiento de camaradería en que está inspirada, en vez de la esclavitud conyugal del pasado, es lo que la sociedad comunista del mañana ofrecerá a hombres y mujeres.
Una vez se hayan transformado las condiciones de trabajo, una vez haya aumentado la seguridad material de la mujer trabajadora; una vez haya desaparecido el matrimonio tal y como lo consagraba la Iglesia -esto es, el llamado matrimonio indisoluble, que no era en el fondo más que un mero fraude-, una vez este matrimonio sea sustituido por la unión libre y honesta de hombres y mujeres que se aman y son camaradas, habrá comenzado a desaparecer otro vergonzoso azote, otra calamidad horrorosa que mancilla a la humanidad y cuyo peso recae por entero sobre el hambre de la mujer trabajadora: la prostitución.



Se acabará para siempre la prostitución
Esta vergüenza se la debemos al sistema económico hoy en vigor, a la existencia de la propiedad privada. Una vez haya desaparecido la propiedad privada, desaparecerá automáticamente el comercio de la mujer.
Por tanto, la mujer de la clase trabajadora debe dejar de preocuparse porque esté llamada a desaparecer la familia tal y conforme está constituida en la actualidad. Sería mucho mejor que saludaran con alegría la aurora de una nueva sociedad, que liberará a la mujer de la servidumbre doméstica, que aliviará la carga de la maternidad para la mujer, una sociedad en la que, finalmente, veremos desaparecer la más terrible de las maldiciones que pesan sobre la mujer: la prostitución.
La mujer, a la que invitamos a que luche por la gran causa de la liberación de los trabajadores, tiene que saber que en el nuevo Estado no habrá motivo alguno para separaciones mezquinas, como ocurre ahora.
"Estos son mis hijos. Ellos son los únicos a quienes debo toda mi atención maternal, todo mi afecto; ésos son hijos tuyos; son los hijos del vecino. No tengo nada que ver con ellos. Tengo bastante con los míos propios".
Desde ahora, la madre obrera que tenga plena conciencia de su función social, se elevará a tal extremo que llegará a no establecer diferencias entre "los tuyos y los míos"; tendrá que recordar siempre que desde ahora no habrá más que "nuestros" hijos, los del Estado Comunista, posesión común de todos los trabajadores.



La igualdad social del hombre y la mujer
El Estado de los Trabajadores tiene necesidad de una nueva forma de relación entre los sexos. El cariño estrecho y exclusivista de la madre por sus hijos tiene que ampliarse hasta dar cabida a todos los nuños de la gran familia proletaria.
En vez del matrimonio indisoluble, basado en la servidumbre de la mujer, veremos nacer la unión libre fortificada por el amor y el respeto mutuo de dos miembros del Estado Obrero, iguales en sus derechos y en sus obligaciones.
En vez de la familia de tipo individual y egoísta, se levantará una gran familia universal de trabajadores, en la cual todos los trabajadores, hombres y mujeres, serán ante todo obreros y camaradas. Estas serán las relaciones entre hombres y mujeres en la Sociedad Comunista de mañana. Estas nuevas relaciones asegurarán a la humanidad todos los goces del llamado amor libre, ennoblecido por una verdadera igualdad social entre compañeros, goces que son desconocidos en la sociedad comercial del régimen capitalista.
¡Abrid paso a la existencia de una infancia robusta y sana; abrid paso a una juventud vigorosa que ame la vida con todas sus alegrías, una juventud libre en sus sentimientos y en sus afectos!
Esta es la consigna de la Sociedad Comunista. En nombre de la igualdad, de la libertad y del amor, hacemos un llamamiento a todas las mujeres trabajadoras, a todos los hombres trabajadores, mujeres campesinas y campesinos para que resueltamente y llenos de fe se entreguen al trabajo de reconstrucción de la sociedad humana para hacerla más perfecta, más justa y más capaz de asegurar al individuo la felicidad a que tiene derecho.
La bandera roja de la revolución social que ondeará después de Rusia en otros países del mundo proclama que no está lejos el momento en el que podamos gozar del cielo en la tierra, a lo que la humanidad aspira desde hace siglos.

CANTACLARO AL SERVICIO DE LA REVOLUCION

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