Freddy Rivas; Aporrea: Los Consejos de trabajadores(as) (CT) son expresiones clasistas. Esta connotación los define como instrumentos políticos al servicio de la revolución, identificados con los intereses de la clase trabajadora en su misión histórica de la construcción de la sociedad socialista. Sus integrantes, son entonces, cuadros revolucionarios: actores políticos en defensa de la clase trabajadora y de su creciente participación en el Estado revolucionario.
En la singularidad del proceso venezolano los CT deben multiplicar sus capacidades en diferentes direcciones:
Transformación del Estado. (Destrucción del Estado Capitalista, construcción del Estado Socialista).
Fortalecimiento y difusión de la conciencia revolucionaria en función de que amplios sectores de los trabajadores puedan finalmente reconocerse como clase.
Incidir decididamente en el que hacer diario de las empresas traduciendo las líneas estratégicas y estructurales en práctica política cotidiana:
el control de los centros de trabajo y de los medios de producción, el diseño, ejecución y seguimiento de sus políticas y procesos laborales, de producción y distribución social de sus ganancias, y como expresión del poder popular que incluso trascienda el ámbito de los lugares de trabajo para que influya en la política nacional, en la planificación del Estado.
De esta manera los CT(as) asumen la inmensa responsabilidad de incidir en el perfil clasista del Estado, que desde este se definan políticas con contenido clasista e impulsarlas en los centros de trabajo. Indudablemente que esta tarea implica resolver un sin fin de contradicciones en un Estado que continua siendo capitalista, una legislación que encamisa los cambios necesarios y sobre todo una clase trabajadora con inmensos sectores que no se reconocen como tales y que carecen totalmente de conciencia de clase.
Los CT(as), como vanguardia revolucionaria, juegan un papel fundamental en la lucha política no solo en lo estratégico, sino que participan activamente en lo coyuntural como brazos ejecutores de la revolución en el día a día y en la cotidianidad de su ámbito de acción y entorno. De tal manera que los CT(as), desde dentro de las empresas, se deben enfrentar a los intentos de sabotaje económico de la oligarquía al manipular la capacidad productiva de las empresas (más de 6000 empresas están abandonadas o se declararon en quiebra), se organizarán para denunciar el acaparamiento, vigilaran rutas de distribución, propondrán mecanismos contra la especulación y alternativas para el abaratamiento de bienes y servicios fundamentales para la población (especialmente los alimentos) y dentro de las singularidad de la revolución socialista venezolana, paulatinamente crearan las condiciones necesaria para que estas empresas pasen a manos de la clase trabajadora.
En la singularidad del proceso venezolano los CT deben multiplicar sus capacidades en diferentes direcciones:
Transformación del Estado. (Destrucción del Estado Capitalista, construcción del Estado Socialista).
Fortalecimiento y difusión de la conciencia revolucionaria en función de que amplios sectores de los trabajadores puedan finalmente reconocerse como clase.
Incidir decididamente en el que hacer diario de las empresas traduciendo las líneas estratégicas y estructurales en práctica política cotidiana:
el control de los centros de trabajo y de los medios de producción, el diseño, ejecución y seguimiento de sus políticas y procesos laborales, de producción y distribución social de sus ganancias, y como expresión del poder popular que incluso trascienda el ámbito de los lugares de trabajo para que influya en la política nacional, en la planificación del Estado.
De esta manera los CT(as) asumen la inmensa responsabilidad de incidir en el perfil clasista del Estado, que desde este se definan políticas con contenido clasista e impulsarlas en los centros de trabajo. Indudablemente que esta tarea implica resolver un sin fin de contradicciones en un Estado que continua siendo capitalista, una legislación que encamisa los cambios necesarios y sobre todo una clase trabajadora con inmensos sectores que no se reconocen como tales y que carecen totalmente de conciencia de clase.
Los CT(as), como vanguardia revolucionaria, juegan un papel fundamental en la lucha política no solo en lo estratégico, sino que participan activamente en lo coyuntural como brazos ejecutores de la revolución en el día a día y en la cotidianidad de su ámbito de acción y entorno. De tal manera que los CT(as), desde dentro de las empresas, se deben enfrentar a los intentos de sabotaje económico de la oligarquía al manipular la capacidad productiva de las empresas (más de 6000 empresas están abandonadas o se declararon en quiebra), se organizarán para denunciar el acaparamiento, vigilaran rutas de distribución, propondrán mecanismos contra la especulación y alternativas para el abaratamiento de bienes y servicios fundamentales para la población (especialmente los alimentos) y dentro de las singularidad de la revolución socialista venezolana, paulatinamente crearan las condiciones necesaria para que estas empresas pasen a manos de la clase trabajadora.
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